Con la ausencia de Ariel Rodríguez para el segundo juego de la final Óscar Ramírez sufre poco. Tiene una planilla armada de bomberos que le pueden apagar incendios en diferentes posiciones de la cancha.
Juan Gabriel Guzmán y Jorge Davis se han pulido como ese tipo de jugadores polifuncionales que aparecen poco en el torneo y, de pronto, son la respuesta a los dilemas en los partidos decisivos.
En la Liga el ambidiestro Guzmán ha jugado de contención, lateral –por ambos costados– y volante de llegada... Algún día Ramírez le pondrá unos guantes y él saltará a la cancha sin poner queja alguna.
Davis jugará poco pero es hombre de confianza del Machillo. Ya Herediano esta avisado de que no puede subestimar la capacidad del espigado volante y defensor.
En la final del Invierno 2012 Davis sorprendió de titular y anotó uno de los dos goles en Heredia.
En la final del Invierno 2011, cuando la Liga conquistó un tricampeonato, Giancarlo González salió expulsado al 90’ de la ida.
Pipo era insustituible por aquel entonces y en la planilla no había otro defensor. Davis no se arrugó y fue fundamental en el partido de la vuelta, disputado en Heredia.
Otros apagafuegos. La salida de Cristopher Meneses fue pesada en la Liga. El equipo se quedó sin un lateral izquierdo en la planilla (Guzmán tuvo que tapar su hueco por buena parte del Verano).
Llegó Maurim Vieira, pero desde el principio Machillo notó que el brasileño no sabia marcar y le era inservible para la línea de cuatro.
En el primer clásico Ariel Soto, hasta entonces un central, sorprendió como extremo por la izquierda y sirvió dos goles.
Desde entonces se dejó el campo y no lo soltó.
Lo de Kevin Sancho es menos sorpresa. Desde el inicio se sabía que él compartiría la banda derecha con José Salvatierra y, si este último tenía un semestre saludable, Sancho pasaría a reforzar cualquier otra posición en el campo.
Óscar le confía cualquier puesto al incansable jugador y así lo mostró cuando lo colocó como lateral izquierdo en las semifinales.
No son casos extraños en el equipo de Machillo: Porfirio López puede ser central o lateral, Kenneth García es creativo pero sabe marcar, Armando Alonso es delantero o extremo, y Álvaro Sánchez y Johan Venegas se pueden mover por todo el frente del ataque.
En este Alajuelense nadie tiene un solo trabajo ni puede bajar los brazos; no es raro ver que Ramírez pase a un jugador de la gradería a la titular de un día para otro.