El Miss Fotogénica de algo sirve

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Jeaustin es el maestro de los clásicos; Ramírez, el de los duelos en Concacaf. Jeaustin sabe ganarle al Macho y el Macho sabe darle pelea a equipos como el América. Así de simple, sin que a nadie le duela.

Ambos destrozan aquellos tiempos en que la Liga y Saprissa buscaban foráneos para sus banquillos. El técnico nacional no contaba con la bendición del dirigente y ni siquiera el cariño de la afición -en memoria de románticos días cuando el timonel era ídolo en la gramilla- bastaban para darle una oportunidad al mando de nuevas generaciones. Por qué tenían que ser suficientes las añoranzas, si las gambetas de los años mozos no se heredan al equipo dirigido unas décadas después. Si la técnica exquisita del jugador se convirtiera en la maestría táctica del estratega, Pelé y Maradona dirigirían al Barcelona y al Real Madrid o estarían retirados dándose la gran vida después de repartirse varias Copas del Mundo al mando de Brasil y Argentina. Pero el pasado no basta; el cariño tampoco.

Al técnico nacional le faltaba estudio y roce internacional. Le siguen faltando. Algunos, como Ramírez y Campos, al menos reconocen el valor del estudio, del análisis minucioso, de la planificación, del video, de la repetición.

Van más allá del grito retador del asistente sudamericano que impresionaba a nuestros jugadores con frases de guerrilla durante el calentamiento: “vamos, muchachos... hay que comerlos vivos... vamos a meter pata... a ver si nos vuelven a tratar de pendejos... la madre que los parió”.

Con eso ya no alcanza. Lo saben los jugadores; lo saben los técnicos; lo sabe usted y lo sé yo, aunque en aquellos tiempos también me haya sentido impresionado por la estrategia del gallillo lastimado y la arteria aorta henchida en el lado izquierdo del cuello.

Ramírez, asistente de Medford cuando Saprissa fue campeón de Concacaf, no ha dejado de sumar experiencia en el torneo del área y aunque quizás estemos lejos de otro campeón tico, meterse en semifinales por segundo año consecutivo sería muy buena señal, aunque a Jeaustin Campos le parezca poca cosa ganar el Miss Fotogénica en el certamen de Miss Universo.

Dejándonos de tonterías, con técnicos como él y Ramírez, retomar la corona -aunque siempre difícil- deja de ser un imposible.