El león rojinegro se engulló el invicto del Cartaginés

Los manudos apabullaron a un cuadro azul que se quedó entre brumas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Alajuela. Cartaginés llegó con su flamante invicto al Morera Soto y como una amenaza real para los intereses de Alajuelense.

Sin embargo, se fue con una paliza porque enfrente se topó a un equipo manudo que supo golpear, que se comportó como campeón y que dejó satisfecha a su grey porque ayer goleó, un deseo que ya se hacía añejo.

Un partido equilibrado en el arranque concluyó en un duelo de un solo lado.

El primer gol manudo es algo de lo que un anhela ver en el futbol de este país: jugada al pie, con velocidad, a un toque, vertical y una llegada que culmina en algo; en este caso, en una anotación.

Fazzio Sarvas fue el encargado de darle “un bombón” (en palabras de Bora Milutinovic) a Fernando Sequeira, quien resolvió con propiedad, con un disparo certero imposible para el meta Luis Torres.

Hasta ese momento, el choque estaba equilibrado y parejo, sin un claro dominador aunque con una clara intención de jugar bien al futbol (algo que se agradece dentro la medianía usual que se ve).

El punto es que los cartagineses sintieron el golpe y aunque trataron de reponerse no pudieron; más bien, los liguistas, como el noqueador de raza, se fueron encima de su rival para buscar el remate, que no tardó mucho en llegar.

Fue por medio de la pena máxima, cobrada de manera correcta por Fazzio Sarvas, tras una falta de Torres contra Pablo Gabas.

El portero cartaginés debió ser expulsado, pero el juez Rafael Vega le perdonó la sanción.

Con el 2-0, la Liga ya estaba en el asiento del conductor y no lo cedió más en lo que restó del partido; al contrario, conforme el choque se añejó, los manudos se sintieron más y más a gusto en el juego.

Dominio. Los brumosos padecieron y el segundo tiempo les trajo la agonía de dos goles (Mínor Díaz y Porfirio López, los autores) que derrumbaron cualquier intentona de reacción azul.

El juego se decantó totalmente del lado rojinegro, quienes rondaron el quinto gol.

Lo buscaron, pero no llegó. Pudo haber sido con un cabezazo de Díaz y un remate de Jonathan McDonald, quien reapareció, pero Torres lo evitó con dos paradones.

Noche redonda manuda: ganaron, golearon y disfrutaron con la desgracia del empate de Saprissa..., como postre.