El futbol tico se aleja del horario de las 11 a. m.

La mayoría de los equipos prefieren ahora jugar sábado o domingo en la tarde

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Jugar futbol de Primera División los domingos a las 11 a. m. es cada vez una costumbre más lejana.

El horario estrella durante la segunda mitad del siglo XX perdió terreno en los últimos años. La tarde o noche del sábado y sobre todo la tarde del domingo se convirtieron en la moda entre los clubes de la máxima categoría.

Diversos factores contribuyeron a este profundo cambio en la cultura futbolera del país. Por ejemplo, muchos equipos disponen de canchas artificiales, lo cual permite que no dependan del pronóstico meteorológico.

El césped sintético también convierte jugar al mediodía en una carga para los jugadores, por la alta temperatura que puede alcanzar la superficie.

Por otra parte, hay presión del Ministerio de Salud para huirle al sol de las 11 a. m., con efectos tan nocivos como el cáncer de piel.

También entra a jugar la televisión: los canales –que inyectan millonarios recursos en este deporte– necesitan ampliar el número de horarios, para transmitir más de un partido por jornada.

En sus orígenes, que se remontan a 1921, el campeonato de Primera se jugaba a las 8 a. m. Para la década de los 40 las 10 a. m. se convirtió en el horario estelar.

“Coincidía con la salida de misa. La gente iba a la iglesia y después cruzaba la calle para ver el partido, porque recordemos que en todos los pueblos la iglesia y la plaza están a la par”, explicó el periodista Javier Rojas González.

Hacia los años 60 las 11 a. m. se posicionó como el momento preferido para programar partidos. Permitía acudir a misa y no le daba tiempo a la lluvia de convertirse en un enemigo.

En enero de 1974 Saprissa disputó un partido nocturno contra el Municipal de Guatemala y fue toda una novedad. Los morados evitaron jugar en el horario habitual porque las elecciones de ese año estaban cerca y consideraron peligrosa una aglomeración en el día.

Cambio. Todavía para el año 2000 el 58% de los partidos se programaban a las 11 a. m. A partir de ahí empezó a acentuarse la migración hacia nuevas franjas.

“Hay un elemento de preferencia social que se modificó. Hace 30 ó 40 años era más difícil movilizarse entre las ciudades, el epicentro de recreación tenía que estar en las cercanías”, explicó el sociólogo y dirigente cartaginés Carlos Brenes. “Ahora la gente se puede desplazar más y le queda más incómodo ‘partir’ el día con el futbol al mediodía. Por ejemplo, alguien puede salir a pasear el fin de semana y volver para el partido del domingo en la tarde”, añadió Brenes.

Las canchas sintéticas precipitaron el cambio, y también la televisión, como apuntó el expresidente de Unafut Arcadio Quesada (2000-2002), quien dijo que en esos años bromeaban con que el Comité de Competición eran los jerarcas de los canales 6 y 7. “Las televisoras empezaron a pagar más y querían tener más injerencia en las programaciones”, comentó.

Alvin Obando, gerente de Deportes Repretel, dijo que conversan con los equipos al menos con 15 días de anticipación para analizar las opciones. “Ni los clubes imponen ni nosotros tampoco. Todos comprendemos lo que queremos y se hace”, indicó Obando. Colaboraron los redactores Arnoldo Rivera y Rodrigo Calvo