El futbol no será el único perdedor

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

La decisión de quitarle a Costa Rica la sede del Mundial Sub-17 femenino no solo tendrá implicaciones deportivas. La economía, la infraestructura y, sobre todo, la imagen del país se verán afectadas notoriamente por la decisión del máximo ente del futbol.

Organizaciones comunales y del gremio turístico recibieron con desilusión la noticia que, aseguran, afectará el desarrollo de zonas como Guanacaste.

Nelson Campos, presidente del Comité Cantonal de Deportes de Liberia, afirmó que la decisión de FIFA le “apaga un sueño” a la provincia.

“Este mundial era la oportunidad de atraer turistas, de llenar hoteles no solo en Liberia, sino en toda al provincia, de exponer la marca país y de Guanacaste al mundo, y, bueno, ya no podremos tener una infraestructura deportiva de primer mundo”, dijo el dirigente local.

El gremio turístico es de los que más pérdidas podría reportar tras la partida del torneo.

“Esas personas venían a estar durante un mes, 16 equipos más familiares, periodistas, fotógrafos. La ocupación de esos equipos significan 1.000 cuartos diarios por 30 días, esos son 30.000 noches que se pierden, más la comida, los taxis, el alquiler de autos, etcétera”, aseguró Rubén Pacheco Lutz, presidente de la Cámara de Hoteles de Costa Rica.

Pacheco estimó en un mínimo de $10 millones las pérdidas por conceptos de hospedaje, alimentación y transporte.

Por su parte, Sofía Elizondo, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) reconoció que el sector recibió la noticia con una mezcla de sorpresa y frustración.

“Había muchas expectativas alrededor de ese Mundial, actividades como esta lo que hacen es dinamizar la economía porque no solo hablamos del efecto de la promoción del país sino de cada uno de los actores que están en nuestro sector”, explicó.

“Dejar ir el certamen es perder la oportunidad de poner a Costa Rica como vitrina para atraer turistas”, agregó.