El campeón  amenaza con desmoronarse

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La Liga tropezó en Heredia y se confirma como un frágil monarca: un temblor y la casa amenaza con desmoronarse.

En el futbol el cosmos se reescribe en 90 minutos. La confianza se transforma en inseguridad, o el débil aparece de repente como un titán. Esto jugará a favor del Team el sábado, además de sus dos goles de ventaja. Y está el entorno, manejado mejor por los florenses.

El entrenador Alejandro Giuntini salió, desafiante, a atajar rumores de problemas económicos que podrían causar un tsunami en el vestuario. Víctor Núñez lo acuerpó en términos similares. Relativizaron el último atraso salarial, que en todo caso no debería ser considerado una novedad, dado el dirigente que tienen al frente.

La Liga, mientras tanto, demuestra carecer de una estrategia de comunicación para estos casos. Mientras los aficionados comen dudas, las principales cabezas del vestuario y la directiva se abstienen de pedir la palabra. El entrenador hablará solo el viernes, y en todo caso la atención a la prensa no es su fuerte. Por eso lo pusieron a hablar solo una vez a la semana.

Por supuesto que estas cosas no ganarán por sí solas el partido. El futbol se juega en la cancha y ahí Alajuelense tendrá que ver cómo agrupa gente en ataque sin dejar un carril que conecte a Heredia con la autopista del contragolpe.

Los florenses tampoco lo tienen sencillo. Es casi imposible salir del Morera Soto sin rasguños; van a necesitar una noche épica. Con De León eran un equipo emotivo; ahora tienen mejor táctica, pero necesitarán algo de la motivación que sabía imprimir el sagaz charrúa.