El arte de entrenar al Saprissa sin polémica

Actual timonel se distancia de sus antecesores por su perfil más bajo

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Nada de retar al oponente. Ni de pelearse con dirigentes del archirrival. O hacerle desplantes a la prensa. O tirar un chicle para responder insultos de la tribuna.

Roy Myers demostró en estos seis meses que es posible dirigir a Saprissa sin armar un circo cada vez que hay un partido importante o que toma un micrófono.

Sus dos antecesores en el cargo, Hernán Medford y Jeaustin Campos, llenaron de polémica el banco tibaseño. El primero, por su inigualable estilo de confrontación –que logró ir moderando con el tiempo–; el segundo, por sus críticas hacia rivales, árbitros y dirigentes de la Unafut.

Con Myers es diferente. Ya pasó por tres clásicos sin pelearse con nadie. Tampoco lo han expulsado. Atiende a la prensa con parsimonia, pese a que ya le tocó responder preguntas sobre dos duelos perdidos con la Liga y la temprana eliminación en el Invierno.

La ausencia de conflictos es uno de sus grandes rasgos. El otro, que imprimió al equipo desde sus primeros partidos, es una absoluta predilección por el toque en corto como forma de abrir huecos en la zaga oponente.

Emergente. Myers llegó al banquillo del primer equipo de Saprissa en noviembre del año pasado.

Sustituyó a Jeaustin Campos, quien llevó al club a cuatro campeonatos consecutivos y una final de Concacaf. Sin embargo, el futbol tiene memoria corta y pesaron más los malos resultados del Invierno 2009; fue la primera vez que la “S” destituyó al técnico en seis años.

El Flaco venía del equipo de Segunda División y no tenía ningún historial previo en la máxima categoría. Los morados repitieron así el esquema que utilizaron con Medford y Campos: contratar a gente de la casa aunque no tuvieran bagaje; el riñón morado por encima de la experiencia.

Desde el inicio Myers imprimió en letras mayúsculas su credo del toque en corto, que el equipo asimiló rápidamente.

Los números respaldan su labor en el actual certamen de Verano: ganó el 72 por ciento de los puntos, con solo una derrota (el clásico en Alajuela). Pero nada de lo hecho hasta ahora pasará a la historia si no levantan la copa el sábado 15, ante un San Carlos que llega inspirado a buscar la gloria. Colaboró Juan José Herrera con la entrevista a Myers