El ajedrez de Cristhian Lagos

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En el tablero del fútbol, Cristhian Lagos no es un rey. No finge serlo. No actúa como monarca. No asume poses de soberano. No confunde la bola con un cetro, el área grande con un trono, los goles con una corona, ni sus declaraciones con edictos reales. Tiene claro que se llama Cristhian (no Fernando de Aragón) Lagos (no Enrique VIII) Navarro (no Luis XIV).

Tampoco ocupa la casilla de la reina o dama. Este hijo de Ciudad Cortés, Puntarenas, no se la pasa llamando la atención de la prensa y la afición con su sed de poder, lujos, empresas, escándalos o excentricidades. No tiene aires de Cleopatra, Isabel I de Inglaterra, o Catalina la Grande. Este futbolista nacido el 17 de agosto de 1984 no vive de castillos en el aire.

Asimismo, no es alfil. No cae en la tentación de sentirse superior a sus compañeros de equipo por el solo hecho de ocupar las casillas al lado del rey y la reina. Se trata de un goleador que al igual que esta pieza del ajedrez tiene claras sus fortalezas (ser figura clave en la victoria o contribuir a evitar la derrota) y debilidades (no puede desplazarse por todas las casillas).

Este hombre de 1,87 metros de estatura y que ha jugado con cinco equipos de la Primera (Brujas , Alajuelense, Santos de Guápiles, Saprissa y Herediano) en nuestro país no se ve a sí mismo como la figura encargada de cargar con todo el equipo y cabalgar hacia el jaque mate al adversario. No es el caballo de las casillas (o escaques) del ajedrez de la gramilla.

Debido a su tamaño y fortaleza física, este exitengrante del Churchill Brothers SC, de la India, bien podría ser comparado con la torre, una pieza estratégica. Sin embargo, Lagol es más un peón, lo cual afirmo sin ánimo ni intención de desmerecer los atributos tácticos que distinguen o puede potenciar este futbolista. En efecto, a la hora de los desafíos Lagos está presente en la primera línea, cumple su función con esfuerzo, honestidad y humildad, juega en equipo y está dispuesto a sacrificarse por la causa.

Por eso me gusta y aplaudo el buen momento que este goleador vive hoy con el Club Sport Herediano, luego de que en las filas rojinegras y moradas no le dieran las oportunidades que merecía. ¡Jaque mate a la adversidad!