En su intento por convencer al juez de que le permitiera salir bajo fianza de la cárcel, Eduardo Li se mostró dispuesto a ofrecer todos sus bienes personales.
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De pie, sin esposas, vestido con el uniforme de presidiario, camisa y pantalón verdes claro, Li se dirigió al juez Robert Levy por espacio de 30 segundos.
Casi al cierre de la audiencia, que tardó cerca de una hora, Levi le permitió al costarricense exponer algunos argumentos en su defensa.
"Lo más preciado que tengo son mis hijos. Le doy las propiedades y haga con ellas lo que quiera', dijo Li, en español al magistrado.
Mariano Rolando, periodista de la AFP y quien presenció la cita, indicó a La Nación que es poco habitual que los implicados en el caso FIFA hablen en las audiencias, al punto que Li fue el primero en hacerlo.
"Es muy difícil para mí estar acá. Toda mi vida he tenido una relación de trabajo con Estados Unidos", expresó el costarricense en su breve disertación.
De acuerdo con Rolando, él observó al exfederativo bien físicamente, y lució su cabello un poco más corto de lo habitual.
"Él solamente habló al final, estaba acompañado de sus abogados y muy cerca estaban los fiscales, todos en fila frente al juez. Li siguió toda la audiencia en silencio acompañado de una traductora que le fue hablando al oído. Dijo pocas frases, fue muy breve", detalló el reportero.
Agregó: "El juez le pidió a Li más precisión sobre los negocios que tiene en Miami y Costa Rica. También aportar evidencia de que no puede vender ninguna propiedad para aportar más dinero para la fianza".
En ese momento, según contó Rolando, intervino el abogado de Li, Samuel Rosenthal, quien expresó que el tico no puede vender ninguna de sus propiedades debido a que son compartidas. Posiblemente se refiere a que la esposa también es dueña de esos bienes.
En la audiencia además estaban cuatro periodistas, tres fiscales, tres abogados, el secretario del juez y dos oficiales que escoltaron al tico.
Luego de la comparecencia, Li regresó a su celda en el Centro de Detención Metropolitano en Brooklyn, donde está recluido desde el 18 de diciembre anterior.
El magistrado rechazó la solicitud pues consideró que el exdirigente no ofreció garantías suficientes para pagar la fianza. Y le programó una segunda audiencia para el 23 de febrero para que presente más respaldo.
De los implicados en el caso FIFA, presentados ante la justicia estadounidense, solo el exfederativo está bajo arresto.
Los cargos contra el costarricense son por conspiración de crimen organizado en primer grado, dos por conspiración de fraude electrónico, otros dos por conspiración de lavado de dinero y también dos por lavado de dinero.
La acusación alega que entre 2009 y mayo del año 2015, cuando fue detenido en Suiza, Li conspiró para aceptar y recibir más de $700.000 en sobornos a cambio de la adjudicación de derechos de comercialización de diferentes partidos de la Selección Nacional con la empresa Traffic Sport.