De todos los 21 jugadores que estuvieron en el Mundial Juvenil de Egipto 2009, solo Esteban Luna no figura todavía en un equipo de la primera división.
Dos lesiones de ligamento cruzado acabaron por arrebatarle al volante la ilusión con la que él y todos sus compañeros volvieron al país: consolidarse en la máxima categoría.
A su regreso, Luna jugó dos minutos con Saprissa en la era de Roy Myers y debutó así en el primer equipo por delante de figuras como Ricardo Blanco, ya hoy con varias temporadas dentro del equipo morado.
“Después de Egipto yo pasé de llegar al primer equipo, aunque fuera un momento y sentir que ya se va a dar el paso, a saber ahora que soy el más relegado de todos los compañeros que estuvimos en ese Mundial”, aceptó Luna en entrevista con La Nación.
“Yo estaba en un punto muy alto y tenía posibilidades, y de un pronto a otro caí en una lesión que me quitó dos años de carrera, todo ha sido muy muy duro.
“Las personas que venían en procesos detrás mío ya están siendo vistos y yo me voy quedando atrás”, afirmó el contención, hoy figura en el Saprissa de Corazón, en la Segunda División (sucursal del club morado).
Luna, quien tiene contrato con los tibaseños hasta 2013, asegura que está totalmente recuperado, pero sabe que las opciones en Saprissa cada vez son menos, aunque no renuncia todavía al sueño de formar parte de la planilla de la máxima categoría.
“Yo me tengo mucha fe, sé que en el momento en que tenga la oportunidad la voy a agarrar y no se me va a ir.
“Ojalá tuviera la oportunidad que han tenido David (Guzmán), Ricardo (Blanco) o (José) Mena, pero bueno, ya llegará”, aseveró con esperanza.
El contención, a quien solo le resta un año de carrera universitaria, añadió que su generación no se ha perdido, solo que se han tomado malas decisiones.