Dos adolescentes coronan su sacrificio al ganar cetro con Herediano en Sub-15

El arquero Bryan Méndez Allen, quien mide 1,93 metros y es de Parrita, y el volante Fabricio Hidalgo, vecino de Barranca, Puntarenas, descartado por Saprissa, se coronaron campeones de la categoría Sub-15 del Torneo de Apertura de la Unafut

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Heredia. Dejaron sus hogares y sus familias para forjarse un futuro en el fútbol, con apenas 15 años.

Ese sacrificio les dio sus primeras alegrías este sábado a Bryan Méndez Allen y Fabricio Hidalgo Garita, al ganar con Herediano el cetro del campeonato Sub-15, al vencer 2-0 a Saprissa.

Los goles de los rojiamarillos, dirigidos por el exjugador Jewisson Bennett, fueron obra de de los volantes Isaac Navarro y Esteban Corella, en el compromiso celebrado este sábado en el Estadio Rosabal Cordero. El partido de ida había quedado 1-1.

Méndez, quien es oriundo de Parrita, dejó a su familia para migrar a Heredia con tal de cumplir su sueño de jugar con un equipo de la Primera División.

El infantil de 1.93 metros de estatura probó en selecciones regionales y pudo incorporarse más tarde al Team tras la recomendación de un profesor de Educación Física.

"Hace un año y dos meses me vine para acá a vivir con la familia del capitán Isaac Navarro y con mucho esfuerzo y trabajo me pude ganar la titularidad. El ser guardameta y la estatura lo traigo en la sangre, porque mi papá es portero y es bien alto", comentó Méndez.

Otro de los objetivos que tuvo que cumplir Méndez para ser el guardameta titular fue bajar de peso, pues pasó de 120 kilos a 105 en dos meses.

Por su parte, Fabricio Hidalgo tenía cuatro años de militar en el Centro de Alto Rendimiento del Saprissa, en Belén, hasta que el año anterior cerraron la categoría inferior a la Sub-15, llamada Proceso, según dijo. Por eso, con 14 años quedó con la desilusión rota y sin equipo.

Sin embargo, el vecino del barrio La Guaria en Barranca, Puntarenas, se recuperó del duro golpe y realizó una prueba con el Herediano, donde el técnico Bennett le dio la oportunidad de formar parte del plantel florense.

"Fue un golpe muy duro para mí, pero con el apoyo de mi mamá (Ericka Garita) y mi tío Andrés supimos salir adelante y hoy logré ser campeón con el Herediano. Cuando quitaron la categoría en Saprissa perdí el segundo año de colegio, pero gracias a Dios estoy repitiendo el octavo año y viviendo con una hermana en Santo Domingo de Heredia. Ser campeón con Herediano es una sensación muy linda y espero seguir creciendo en este club", aseguró Hidalgo.