El domingo 9 de abril, Dexter Lewis, portero de Limón, fue víctima de insultos por parte de los aficionados del Municipal de Pérez Zeledón.
Al arquero caribeño le gritaban 'jumas' cada vez que realizaba un saque de puerta, esto debido a su abrupta salida de este equipo hace un año.
Para el Verano 2016, Dexter Lewis había llegado a un acuerdo con el Municipal de Pérez Zeledón, pero el portero tomó la decisión de no regresar a los entrenamientos del equipo y hasta hubo problemas para que la dirigencia se comunicara con él.
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En su momento se llegó a pensar que estaba desaparecido, pero el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) localizó al arquero, quien alegó problemas personales para alejarse del fútbol por ese semestre.
Para Lewis, estas circunstancias no se deben presentar en los terrenos de juego, ya que los aficionados desconocen lo que pasa en la vida personal de los futbolistas.
"Ya tengo mucho tiempo caminando en esto, la verdad lo tomé con mucha tranquilidad. No es nada bonito, en especial para la gente de mi familia que me va a ver jugar y para ellos es más incomodo", explicó Lewis.
El capitán de los caribeños espera que esto no se repita en los próximos juegos de Limón FC.
"Siento que el fútbol no da para tanto, esto es un deporte, es para ir a divertirse. A veces hay gente que llega a sacar su frustración. La verdad estoy tranquilo, la Unafut tomó cartas en el asunto y se les agradece. Tenemos que tomarlo como un juego, que une pasiones, pero que no es para insultar a las personas", comentó el arquero.
La Unafut sancionó al Municipal de Pérez Zeledón con ¢100.000 "por proferir los aficionados palabras ofensivas en contra del jugador Dexter Lewis al gritarle 'jumas', palabra despectiva que humilla la condición y clase social del jugador", deacuerdo al artículo 69 del reglamento.
Antecedente. En el Invierno 2013, el portero Víctor Bolívar vivió una situación similiar en los estadios de la Primera División, cuando los aficionados le gritaban 'chivo', motivo por el cual varios juegos se llegaron a suspender momentáneamente.
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En octubre de ese año el Saprissa jugaba con el Puntarenas FC en el Estadio Nacional y el árbitro Rafael Vega detuvo el cotejo en tres oportunidades. Además, Alexander Robinson y Yeltsin Tejeda tuvieron que pedirle a la afición que no siguiera con los insultos.