Descoordinación reinó en atención a Kenny Cunningham

La empresa de asistencia médica SOS y el médico del Santos de Guápiles, Allan Castillo, discrepan sobre lo sucedido en el terreno de juego tras el golpe del delantero satistista y la forma cómo fue atendido

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La descoordinación en la atención al delantero del Santos de Guápiles, Kenny Cunningham, en la final de la Liga Concacaf frente al Olimpia de Honduras, el pasado jueves, queda aún más en evidente tras las declaraciones de las partes involucradas.

Las discrepancias incluyen el lugar donde estaban las ambulancias, pasan por el tipo de camilla utilizada y la ausencia de cuello ortopédico, hasta el cambio de vehículo cuando el jugador ya estaba adentro de uno, factores que incrementaron el pánico entre jugadores y aficionados.

Todo se inicia cuando Cunningham cae inconsciente, tras un golpe en la cabeza al disputar el balón con el hondureño Kevin Álvarez, lo que desató el nerviosismo y la tensión entre jugadores, cuerpo médico del conjunto santista y miembros del grupo de asistencia médica SOS, quienes atendieron la emergencia.

Las partes se sacuden y achacan unas a otras varios fallos en la atención, evidenciando que el protocolo para atender la emergencia no se realizó de la manera correcta. De allí, el desorden observado en la cancha, del cual fueron testigos jugadores y aficionados, en el juego que finalmente perdieron los santistas 4-1 en tanda de penales.

La primera incongruencia se da una vez que Cunningham yace tendido en el suelo y el árbitro mexicano Luis Santander da la orden del ingreso del cuerpo médico del cuadro guapileño y los paramédicos.

Con el ariete santista inconsciente, el médico del club, Allan Castillo se metió al campo y apartó a algunos jugadores para atenderlo y darle espacio para respirar. Luego pidió a los paramédicos un cuello ortopédico que nunca apareció, según sus declaraciones.

Mientras tanto, Miguel Sánchez, de SOS, aseguró que el galeno nunca lo solicitó.

"El doctor prefirió no ponerle el cuello ortopédico para que pudiera respirar con más comodidad, porque le faltaba el aire y por eso no lo llevaba puesto al sacarlo del terreno de juego. Fue una decisión del doctor del equipo", comentó Sánchez.

El médico santista niega tal afirmación, pues indica que desde su ingreso al campo buscó el cuello ortopédico y nunca se lo suministraron.

"Era lo más lógico (ponerle el cuello ortopédico) por el tipo de golpe que se había llevado. El perdió el conocimiento, nunca estuvo en riesgo su vida, pero era necesario inmovilizarse el cuello, incluso para que pudiera respirar mejor. Era tal la necesidad que el fisioterapeuta del equipo, Jimmy Marín, corrió a la ambulancia a buscar uno, mientras yo le sostenía el cuello con las manos mientras salíamos del campo, pero nunca apareció, a pesar de que ellos insistían en que tenían uno", indicó Castillo.

El paramédico de la Cruz Roja Ricardo Hernández, totalmente ajeno a lo sucedido en el estadio, evaluó a pedido de La Nación la atención recibida por Cunningham, según las imágenes de televisión.

"Desde mi punto de vista los paramédicos no estaban listos, no supieron qué hacer", comentó Hernández, si bien aclara que la última palabra en este tipo de situaciones la tiene el médico.

"El responsable es el médico que atiende la emergencia. Por lo general es la Cruz Roja la que está en los estadios, pero algunos clubes de fútbol se deciden a contratar otros servicios. Los interesados deben verificar que tengan todo el equipo disponible y en buen estado para una situación como la que sucedió el jueves".

Sobre la camilla utilizada, los miembros de SOS aseguran que pusieron a disposición del evento una muy moderna y estable, mientras el médico santista, Allan Castillo, y el cruzrojista Ricardo Hernández consideran que no era la más adecuada.

"Nuestro equipo utilizó una camilla Scoop o de cuchara, como se le conoce. Se puede abrir y es sumamente cómoda. Se levantó (a Cunningham) de acuerdo al protocolo y se trasladó a las ambulancias tal y como lo pidió el médico", enfatizó Sánchez, de SOS.

Tanto el doctor Castillo como el paramédico Hernández difirieron de la opinión de Sánchez, pues comentaron que la camilla no era la más apropiada para la situación que se vivía en el terreno de juego.

"El equipo no era el adecuado, pues la camilla era incómoda, de lo peor en estos casos, según mi humilde opinión. De repente era la adecuada en una lesión de rodilla, pero no en este caso. Cuando lo sacábamos del campo tenía que ir sosteniéndole la cabeza y el cuello porque se le salía de la camilla. En mi caso reconozco que no revisé el equipo disponible y quizás fue un fallo y humildemente lo admito", indicó Castillo

Hernández paramédico nacional es del criterio que se debió utilizar una camilla de army, que se utiliza para trasladar a pacientes con más facilidad.

"No era la más adecuada. En los partidos he visto muchas, como está scoop, o bien con ruedas o carritos, pero utilizaron la menos adecuada. Esa se usa en pacientes muy maltratados, con lesiones múltiples y además es incómoda porque es ajustable y en los partidos hay jugadores de 1,90 metros y 1,50 metros y es difícil adecuarla a cada uno", argumentó Hernández.

Otro de los puntos en los que al parecer no se pusieron de acuerdo fue en la ubicación de las ambulancias, a pesar de que días antes del compromiso se repasó un protocolo establecido por la Concacaf sobre la ubicación de las unidades para los partidos.

Según SOS las ambulancias 9 y 14 se apostaron en el acceso 2 del Estadio Nacional y, en caso de una emergencia, debían evacuar al paciente por el lugar más cercano; ese era el acceso 1 o bien el área de ingreso de los jugadores al estadio conocido como zona mixta.

"Nosotros ubicamos las ambulancias en el acceso 2 porque era el punto más cercano a la gradería donde estaba la mayor cantidad de aficionados en el Estadio Nacional y de darse alguna situación podríamos estar más cerca para atenderlos. En caso que sucediera algo en el campo nos moveríamos al acceso 1 para atender al paciente, según se indicó en el protocolo", dijo Sánchez.

El galeno del Santos discrepa del orden en que se alinearon las ambulancias, pues indica que en el momento del incidente, cuando los jugadores corrían, percibió que los dos vehículos estaban en el mismo lugar y por tal razón tomó la decisión de trasladar a Cunningham hasta ellas, aunque lo acordado había sido atender en el acceso 1, más cercano.

"Tenía entendido que las ambulancias estaban ubicadas en los accesos uno y dos, como se nos indicó en el protocolo. Pero cuando se da el percance de Kenny (Cunningham) observé las dos ambulancias en el mismo lugar y por esa razón lo llevamos a él al punto más lejano. Lo lógico en ese momento era llevarlo allí, pero para mi sorpresa se movió una ambulancia cuando estábamos llegando. Al regreso del hospital le pregunté al chofer porqué se había movido y me expresó que fue por una orden emitida por la Concacaf", añadió Castillo.

La última incoherencia en el accionar de los involucrados fue la decisión de cambiar de ambulancia a Cunningham una vez que lo habían subido a una de las unidades.

De acuerdo a Sánchez, de SOS, las dos ambulancias estaban equipadas para atender una emergencia. Añade que la decisión de mover a Cunningham fue por presión de los jugadores y el cuerpo médico del Santos.

Castillo, por su parte, señaló que movieron al delantero dada la incomodidad que presentó la primera unidad.

"Kenny no estaba cómodo en la primera ambulancia; incluso, por el problema de la camilla, su cabeza quedaba fuera y fue donde se tomó la decisión de trasladarlo. En ese momento él ya estaba consciente, respondía a las preguntas y no tenía problemas para respirar. Se trasladó al hospital San Juan de Dios y allí lo atendieron en sala de shock. Su vida nunca estuvo en peligro", subrayó Castillo.