La defensa de Alajuelense no esconde la cara y reconoce que tuvo dos despistes que pagó muy caros en la ida ante el Impact de Montreal.
Los manudos recibieron las dos anotaciones de los locales en solo cuatro minutos, y por una vía que ya ellos mismos conocían como virtud del rival: la velocidad y la táctica fija.
Kenner Gutiérrez señala que tenían clara la importancia de soportar el vendaval del adversario en los primeros minutos.
“En estas series, es lógico que el equipo casa tratará de apretar en los primeros instantes en busca de hacer daño. Sabíamos que se iban a venir encima y aprovecharon dos pequeños despistes que tuvimos, y eso, a este nivel, no te lo perdonan. Sí creo que, pese a eso, el equipo no perdió su juego e intentamos recortar. Ya en el segundo tiempo sí tuvimos para más”, dijo Gutiérrez anoche.
Su compañero, Johnny Acosta, considera que la serie está abierta y esperan sellar el pase para estar en la final en la Liga de Campeones de la Concacaf.
“Ellos aprovecharon sus dos oportunidades y luego nosotros pudimos equilibrar en las acciones, pero esto está abierto. Ahora vamos a nuestra casa y con nuestra afición”, explicó Acosta.
Bajo nivel en la zaga. Técnicos nacionales se confiesan asombrados por los errores en la defensa manuda, una línea que, por lo general, ha recibido elogios en la era de Óscar Ramírez.
“Me sorprendió el bajo nivel de la Liga, sobre todo en el aspecto defensivo. Creo que dio muchas libertades; fue un equipo poco agresivo y no hizo el bloque que normalmente hace, tan sólido y consistente que ejecuta en el mediocampo y tuvo esas deficiencias”, explicó Giovanni Alfaro.
Por su parte, Carlos Watson subraya que, al inicio, la Liga dejó muchos espacios en la zaga que fueron aprovechados por el rival.
“Alajuelense empezó un tanto desconcertado, no logró agruparse bien. Oduro tuvo muchas libertades, parecía que no lo conocían; hizo lo que quiso en todo el juego”, dijo Watson.