San José (Redacción). Hace cinco años el exjugador mexicano Flavio Davino inició su carrera desde el banquillo junto a Ricardo La Volpe.
Juntos pasaron por Boca Junior, Vélez, Monterrey y Atlas. Ahora el sueño de llevar una selección a un mundial lo tiene en Costa Rica, pero Davino dice que no es solo por seguir los pasos de La Volpe, quien es además su suegro, sino porque cree que asumir el reto de ser el asistente técnico de la Selección Mayor de Costa Rica lo hará crecer.
Días atrás Davino, en el Hotel Ramada Herradura, donde ha vivido mientras su esposa encuentra la casa ideal para instalarse con los cuatro hijos que tienen, atendió a La Nación para hablar sobre el reto que pronto iniciará en el futbol costarricense y sobre La Volpe: cómo es, qué le gusta y qué no al entrenador.
¿Qué le puede aportar Ricardo La Volpe al futbol nacional?
Muchísimo. Creo que si uno fuera dirigente de una empresa o de un equipo, lo importante es que la gente que uno lleve deje escuela. Eso es algo muy importante y creo que es lo que hace Ricardo en los equipos que va: la gente si es inteligente y es viva y se acerca aprende mucho.
Creo que tienen que aprovecharlo, sacarle el jugo a Ricardo porque trabaja muchísimo, sabe muchísimo y si el jugador es inteligente también y le saca ese jugo creo que puede hacer diferencia.
¿Cómo es La Volpe?
Es una persona con códigos, que le gusta divertirse, a lo mejor mucha gente lo ve serio o la gente que no lo conoce lo juzga mal, pero es una persona con un gran corazón y que ayuda a muchisima gente. Adentro de la cancha, todos sabemos, es todo lo contrario, es muy exigente.
¿Y como suegro?
Tengo mucho respeto hacia él, por eso hemos enganchado bien. A la hora de trabajar se trabaja, a la hora de bromear se bromea, pero lógicamente siempre con mucho respeto; a mí no me gusta que digan que yo estoy con él porque es mi suegro, al contrario, yo todo lo que he hecho me lo he ganado, el futbol me ha dado muchas cosas y me ha costado muchísimo y si acepté esta oportunidad de trabajar al lado de él es porque sé que estoy al lado de la persona idónea que me va a enseñar muchísimo y que me va a servir a mí a un futuro.
¿Qué le gusta a La Volpe?
Le gusta comer mucho afuera, él casi no come en su casa, le gusta estar siempre en restaurantes, le gusta convivir con sus seres queridos, siempre él está pendiente de su familia, que es algo que resalto, siempre está pendiente de sus hijas y sus nietos. Él y Mónica, su señora, son excelentes abuelos y excelentes padres. Le gusta mucho ver series de televisión, le gusta jugar al playstation con sus nietos.
¿Tiene un carácter fuerte, eso parece por el tratamiento con la prensa?
Tiene un carácter que impone. Yo siempre digo que la prensa es algo importante para el futbol pero siempre tiene que haber un respeto. Uno como jugador o entrenador nunca fue a la oficina o al lugar de trabajo de la prensa, entonces a nosotros también nos gusta marcar mucho lo que es nuestro sitio de trabajo y que nos respeten la privacidad. A mí me tocó vivirlo con México, cuando vamos a jugar una eliminatoria mandan a un periodista durante quince días que está atrás de la selección, y quiere ver qué movimientos hace, entonces uno tiene que poner límites y a lo mejor ahí es cuando Ricardo entra un poquito en el roce, pero si se hace con respeto él no tiene ningún problema, siempre y cuando sea para hablar de futbol porque a él tampoco le gustan los chismes.
¿En el tiempo que ha estado usted acá en el país, qué ha visto del futbol?
Vi que hay jugadores muy interesantes, tanto afuera como en el futbol local, sobretodo veo jugadores con un cambio de ritmo importante en los tres cuartos de cancha hacia delante que es lo que falta en el mundo. También noté un poco pasivo al jugador, en el sentido de que cuando se viste una camiseta de la selección el jugador se tiene que matar, creo que eso es lo que debemos inculcar.
¿Le ha gustado Costa Rica?
Sí, la verdad estoy muy bien, muy contento, conociendo cada vez más. Creo que eso es algo importante y por eso me vine mucho antes de que venga Ricardo para yo empezar a convivir, a trabajar y a conocer la idiosincrasia del jugador; además ver cómo era la ciudad, empezar a manejarme solo. Ahora traje a mi señora para que empiece a ver lo que son las casas, la escuela para mis hijos, porque yo la verdad soy muy familiero, me gusta mucho estar con ellos y es difícil estar tanto tiempo fuera, sobretodo que uno tiene hijos chiquitos.