David Guzmán: El candado que resurgió como el equilibrio de Saprissa

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

David Guzmán está en el mejor torneo de su carrera al tiempo que se consolida como una pieza fundamental para el Saprissa : la que da equilibrio al equipo.

Desde su debut en agosto de 2009 hasta la actualidad, mucha agua ha corrido bajo el puente. Guzmán ha pasado del prometedor novato que anotó en la final del 2010, al objeto de críticas en los años de frustraciones.

Hasta un presente, a sus 24 años, que lo tiene dejando atrás la imagen de jugador artero, siempre pintado de amarillo, para establecerse como el reemplazo de Yeltsin Tejeda en la medular.

Novato del año y mundialista. Guzmán debutó con Jeaustin Campos en un Saprissa que ya pedía recambio generacional.

Fue elegido, por Unafut, como novato del Invierno 2009 y pronto se convirtió en la promesa.

Destacó en el equipo de Roy Myers que conquistó el título 29. Incluso marcó en aquella penúltima final morada, la del aplastante 7-2 sobre San Carlos.

Entre esa talentosa camada David se ganó la seña de riñón y entrega. Misma que lo llevaría a la Selección Sub-20 con la que Rónald González hizo historia en el inolvidable Mundial de Egipto.

El futuro brillaba cuando Ricardo La Volpe lo avaló como parte de la renovación de la Tricolor.

Con el el bigotón el 20 de Saprissa fue recurrente en las convocatorias de un 2011 que daba inicio al proceso: estuvo en Copa Uncaf, Copa de Oro y Copa América. Pero se fue el mexicano y Guzmán no volvió a ser llamado.

Las frustraciones. Luego, llegarían las vaca flacas la S y Guzmán se enredó en el torbellino de frustraciones que fueron siete torneos cortos sin jugar finales.

Pocas veces constante y casi siempre señalado, fue perdiendo el campo ante la estrella emergente del talentoso Tejeda.

A González, el entrenador que tanta seguridad le dio en la Sub-20, le costó volver a tomarle aquella confianza.

Volvió a ver luz en el Verano, cuando todo empezaba a funcionar camino al campeonato 30 y Guzmán se ganaba un nombre como el hombre que le tiraba centros mortales a Kendall Waston.

Pero es hasta ahora, nuevamente bajo el manto del técnico que lo hizo debutar, que Guzmán se está ganando ese apellido de insustituible en un plantel que no cuenta con otro contención capaz de dominar la media como lo hace la intensidad de David.

Lo muestra que con él lesionado el equipo sufrió tanto que González acabó despedido. También que cuando estuvo expulsado Campos tuvo que hacer una maraña de cambios para tapar el enorme hueco en la media.

Lo atestigüan los volantes de Alajuelense, ampliamente superados en el último clásico.