El portero Danny Carvajal está siempre al frente del pelotón de fusilamiento en el Saprissa. Es quien se ha llevado las críticas, le ha puesto el pecho a las balas, pero sigue en pie. Sea cual sea el rival, su actuación es analizada con lupa por los aficionados. La grada morada no tiene clemencia, pero en 18 partidos pudo cambiar los silbidos por aplausos.
Está hecho para clásicos, su juego favorito. Ante el archirrival, el número uno se agiganta bajo los tres palos. Le sienta bien el partido y lo espera con ansias.
LEA: Marvin Angulo supera dolencia y está listo para jugar ante Alajuelense
Si bien esta temporada no inició de la mejor manera, supo cómo darle la vuelta a la situación y ahora sus números lo hacen ser el número uno de los guardametas a lo largo de 18 fechas del Invierno.
Según estadísticas de La Nación, Carvajal es el más efectivo del campeonato con un 77%. Además, es el tercer portero con más tapadas (54).
Al hablar de su campaña prefiere no darle calificativos. "Sin el título no puede ser la mejor temporada", afirma Carvajal, quien conversó en exclusiva con este medio este miércoles.
Carvajal contó que la llegada de Jaime Penedo para el torneo pasado le obligó a trabajar extra para poder seguir con cierto ritmo, aunque le faltaba la realidad de juego, misma que tuvo a partir de este campeonato, en el que es el meta más regular de todos con 18 juegos disputados. Solo se ha perdido 15 minutos de los 1.620 disputados hasta el momento.
"Desde que vino Penedo el torneo anterior, y por todo lo que se habló, me propuse la meta de esforzarme para hacerlo bien. Luego de las críticas me uní mucho a Róger Mora (entrenador de porteros), quien ha estado a la par mía y me ha pedido que entrene más. Siempre me pide que dé una extra", afirmó el meta tibaseño.
El cuidapalos va de frente ante los momentos buenos y los malos. Afirma que en el Invierno 2014 fue un campeonato complicado en que sus errores le permitieron crecer.
LEA: Daniel Colindres y Jonathan McDonald, dos expertos en amargar al archirrival
"Yo aquí ya había vivido momentos muy difíciles, hace dos años fue un inicio complicado porque me hicieron golpes que eran responsabilidad mía. Para este certamen yo estaba tranquilo porque seguía trabajando y confiado en lo que venía haciendo, aunque tenía muchos partidos de no jugar. Solo jugué dos y me estaban matando", argumentó.
Sobre el ambiente en el que le cae el encuentro al Monstruo, afirmó que "es un partido que uno está deseando jugar, la afición nuestra no perdona perder un partido de estos".
Al ser consultado si ya puede sentir el respaldo de la directiva, contestó: "Eso es complicado a uno para futbolista, más con las cosas que uno ha pasado, pero uno tiene que ganarse eso todos los partidos, nada hacemos con ganar, llegar a la final y que me hagan un gol que sea responsabilidad mía. Se dejaría ir un título por un gol de esos, por eso tengo que salir todos los domingos a dar mi máximo para ganarme el respaldo no solo de la directiva, si no de la afición".
El morado disputará este sábado a las 8 p. m. en la Cueva su clásico número 15. Posee un balance de siete victorias, tres empates y cuatro derrotas, según datos del periodista Luis Quirós.
La Liga le ha marcado 10 goles; es decir, tiene un promedio 1,4 goles por juego. Su primer sabor de boca frente a los rojinegros fue el lunes 5 de mayo en el juego de ida de la final del Verano 2014, en el Morera Soto.