Turrúcares
Al llegar al Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares, Wílmer López no bajó del autobús con una varita mágica, pero logró que algo cambiara en la Liga.
La ilusión que tiene el Pato, compartida con un Jozef Miso y un Mauricio Montero que tampoco durmieron de la emoción al emprender un reto con el que siempre soñaron, resultó contagiosa para los jugadores.
En la práctica había sonrisas, buen ánimo, mucha disposición y confianza en que el trabajo a cargo de tres de los ídolos de la casa manuda surtirá efecto.
Todos se reunieron en el centro del campo, se abrazaron e hicieron una oración.
Los futbolistas quedaron en manos del preparador físico Alejandro Villegas, con quien efectuaron unos circuitos de activación muy intensos por espacio de una hora.
Después hubo trabajos con balón, para que posteriormente cada quien se pusiera a las órdenes del especialista.
Los arqueros se encontraban con Wardy Alfaro y trabajaron en complicidad con los movimientos que Miso le enseñaba de una vez a los volantes y los delanteros.
El Pato estaba por lapsos con ellos y también iba al sector en el que el Chunche le explicaba y una otra vez a la defensa cómo es que tiene que ubicarse y reaccionar en la línea de cuatro.
Fue una práctica intensa y extensa, que los jugadores definieron como un entrenamiento de calidad.
"Miso es el extranjero con más goles en Liga Deportiva Alajuelense y creo que lo que es la parte de delanteros y mediocampistas de llegada pueden aprender mucho de un tipo que cuando tenía una oportunidad, hacía goles de buena calidad", comentó el capitán Pablo Gabas.
Para él, hubo un cambio anímico en el grupo al ver en manos de quién están ahora.
"Hay un aire nuevo por las personas que vienen que ya las conocemos y en las semanas se verá qué quiere Wílmer. Fue el primer día, este miércoles hay doble entrenamiento, el jueves también, el viernes hay una sesión para mejorar en pos del domingo".
Además, Gabas afirma: "En este equipo lo que se necesitó fue trabajo, se nos está dando y hay que aprovecharlo".
La práctica fue muy distinta a lo que la Liga hacía con Benito Floro.
"Todos los cambios siempre te traen algo nuevo, ellos son muy profesionales, conocedores del fútbol, saben lo que uno necesita. Cada profesor tiene su librillo y estamos contentos, alegres y queremos salir adelante", apuntó Kenner Gutiérrez.
Al estar en manos de exjugadores, los entrenamientos de la Liga se vuelven desde este momento explicativos y prácticos.
"En el fútbol lo único que lo lleva a uno a verse bien los domingos es el trabajo en la cancha, repetir, repetir y repetir, solo así saldremos avante de las cosas que venimos haciendo mal y corrigiéndolas. Hoy se vio otra cosa, otra cara. No digo que antes estaba mal, pero había que corregir algunas cosas", acotó Gutiérrez.
Mientras que Seemore Johnson opinó: "Es un trabajo muy intenso, sabemos que el profe Mauricio maneja muy bien la línea defensiva, nos toca poner mucha atención porque tenemos que ser casi perfectos, no queremos recibir más goles, cerrar el marco y ser la mejor defensa. El pasado quedó atrás y vamos a pasar la página".
La práctica se extendió por casi dos horas con 30 minutos y mientras que en la cancha híbrida los jugadores se entrenaban a tope, los aficionados también dejaban ver su emoción.
Desde la ruta 27 muchos pasaban pitando. No faltaba algún seguidor de otro equipo que les gritara algún improperio a los manudos.
Sin embargo, las vibras positivas ganaban por goleada.
Un camionero mostró todo su galillo al gritar "Chuuuuuuuuuuncheeeeee" lo más fuerte que pudo, ante lo que Mauricio Montero levantó la mano saludando.
Y al Pato le ocurrió algo similar, porque de repente, mientras el equipo hacía movimientos específicos en defensa y ataque, un conductor dijo a todo pulmón: "Vaaaaaaaaamoooooos Wíiiiiiiiiiiiiilmer".
Se escuchó tan duro que el técnico rojinegro volvió a ver hacia un toldo en el que los periodistas se resguardaban del sol y sonrió con timidez.
Para este miércoles, el delantero Jonathan McDonald y el volante Harry Rojas se integrarán a las prácticas, tras recuperarse de sus dolencias.
El único futbolista erizo que está lesionado y que se perderá el clásico del domingo es el lateral izquierdo Cristopher Meneses.