Controversial arbitraje empañó juego en Limón

Crasos errores del juez central anularon dos goles legítimos, uno a cada equipo

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Limón. Con dos jugadas –una cerebral de Kurt Bernard– y un controversial arbitraje, Limón venció ayer 1-0 a Alajuelense en el estadio Juan Gobán de esta ciudad.

Bernard, quien reapareció con buen tino tras meses de lesión, cobró el tiro libre que al minuto 32 Kareem Mc Clean cabeceó para el único tanto del partido.

Luego, al 34’, propició la expulsión de Cristian Oviedo.

El contención manudo lanzó un codazo obsceno al orquestador caribeño y a partir de ahí la Liga naufragó al tener inferioridad numérica y afectada por el fuerte calor reinante y la alta humedad en el reducto limonense.

Fue extraño porque los visitantes asumieron desde el arranque el control de juego. Aprovechó que la cancha es pequeña para lanzar furiosos ataques por la banda derecha, la cual corrió de uno a otro lado el veloz Andrés Salvatierra, quien hizo excelentes habilitaciones a Leandro Barrios y Allen Guevara.

Con este dispositivo táctico, la Liga amarró a Limón y estuvo a punto de abrir la pizarra cuando al minuto 5, Allen Guevara quedó solo ante pase de Leandro Barrios. Dexter Lewis conjuró el peligro en acción felina.

Pero el gas se le acabó a los manudos. En primer lugar por el gol que les pesaba como fardo, por la ausencia de Oviedo, por fuerte calor y un ambiente hostil que animaba a los de casa.

A partir del minuto 20, los manudos cedieron la iniciativa, tanto por error propios, como porque Limón recobró el juego en corto, arma letal para los rojinegros.

Si el gol mermó el potencial visitante, la expulsión de Oviedo lanzó a los erizos a la desesperación.

Y la tumba fue el golazo que le anularon a Pablo Gabas.

La única razón para explicar esta decisión arbitral es que tanto el réferi como su línea, Cristian Méndez, necesitan con urgencia un visita a la óptica.

Cristopher Meneses cobró un tiro libre y Gabas cabeceó certero. El balón superó a Dexter Lewis, pegó en el paral izquierdo y se incrustó el la cabaña visitante.

Los manudos celebraron el empate, el estadio emudeció y los cronistas apuntaban la reseña del gol.

Pero un avispado Dexter sacó de puerta y los ciegos jueces dejaron seguir el partido. Otro error obsceno para el futbol costarricense.

La segunda parte bajó en intensidad y, para compensar el fallo con el gol de Gabas, Cerdas le anuló otro tanto legítimo a William Sunsing.

Más allá de los yerros arbitrales, Limón ganó con propiedad ante una Liga que no vence de visita.