Con  la magia  en  la garganta

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Nos hacen vibrar en cada jugada, nos transportan al estadio y nos “pintan” el juego con magia y gran maestría.

A los narradores deportivos de la radio son pocos los que les conocen por la cara, pero muchos los identifican al vuelo por la voz.

Dicción, potente voz, conocimientos de futbol, adelantarse a la jugada y prever el final, son los ingredientes vitales para un narrador de partidos de futbol.

Al punto que se prefieren ver los juegos con el televisor sin volumen y escuchar la radio.

La familia se une alrededor de la pantalla, pero sus oídos están en el pequeño aparato y es asombrosa la fidelidad entre lo que se observa y lo que se oye, pues el narrador describe con pelos y señales cada acción con mínimos errores.

Usted no necesita estar en el estadio ni ver el partido por televisión. Si tiene un radio, será transportado al escenario por la magia de esas voces prodigiosas que deslizan la acción en cada palabra.

Antes, cuando no existía la televisión, había más licencias, pues nadie se percataba de los yerros.

“Pasó rozando el larguero” y uno con la radio en el estadio decía “¿qué partido estará transmitiendo?”, pues el balón derribó un foco.

Balance. En Costa Rica siempre ha habido muy buenos narradores. Hoy, para mi gusto, el mejor es Mario MacGregor, seguido muy de cerca por Cristian Mora. Luego vienen varios, entre los que más destaca la figura de Harry McClean.

A Hugo Quesada lo desperdician al negarle el micrófono en radio Monumental y tenerlo en el destierro de deportes marginales.

Quizás una de las limitaciones de nuestros narradores es la cultura general que se adquiere con una sólida formación universitaria.

Veo que la mayoría sabe de futbol, hace un esfuerzo por actualizarse en cuanto a jugadores y sistemas de juego y se nota el afán por no quedarse en la simple descripción de los hechos que observan, sino que se atreven a realizar comentarios, rápidos y oportunos.

Pero es evidente la escasa formación general, la cual les brindaría mayores recursos literarios, de léxico y de figuras retóricas.

Cristian Mora lo hace en forma autodidacta y tiene una carrera de periodista, pero su función como director de deportes de radio Columbia lo limita.

Lo bueno es que los narradores se han mantenido al margen de esa moda de trivializarlo todo que ha cundido en nuestra sociedad.

Directores de transmisiones y periodistas ahora hacen anuncios, lo que les resta seriedad.