Clubes quieren cambiar y facilitar más el estudio

Equipos consiguen becas y comienzan a ajustar los horarios de entrenamiento

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El jugador costarricense está evolucionando, está tratando de seguirle el hilo al mundo.

Es más ambicioso con su desarrollo personal y es más consciente de que la carrera en la cancha es corta y pocas veces millonaria.

Por eso muchos buscan estudiar para tener un respaldo al retirarse.

Así lo demostró un censo de La Nación con los 355 futbolistas que jugaron en la temporada 2012-2013.

Los clubes se están dando cuenta de eso y poco a poco están más anuentes a cambiar sus esquemas y no poner trabas a la superación.

Por lo menos así parece.

La mayoría de equipos de Primera ya posee convenios con centros académicos, los cuales a cambio de canjes publicitarios ofrecen becas.

“Si hay algo que no se le puede quitar a nadie es lo que aprende. Por eso son vitales estos vínculos. Hay que apoyar a los jugadores para que sean mejores individuos”, dijo el jerarca manudo, Raúl Pinto.

“Hemos tratado de calar hondo en el jugador y que entienda que el fútbol dura 10 o 15 años. La media de vida en Costa Rica es de 70 y algo, por lo que necesita algo más. Estas becas ayudan mucho”, adujo el jerarca brumoso, Daniel Vargas.

No obstante, hay un problema: no todas se aprovechan.

“Hay que ser honestos, lastimosamente no todos quieren estudiar y usan de excusa que con el fútbol no tienen tiempo. Esto depende del deseo de cada uno”, apuntó el presidente de la Asociación de Jugadores Profesionales, Reynaldo Parks.

“Pero sí se puede. Se puede entrenar en la mañana y en la noche ir a clases. Es cansado, pero si de verdad se quiere, se hace”, añadió.

Esto fue confirmado por jugadores como José Villalobos, de Cartaginés, quien contó que por mucho tiempo matriculó dos materias por cuatrimestre y, aunque duró, logró su título de ingeniero industrial.

Horas. Otro factor de cambio es que los clubes están comenzando a mudar sus horarios de práctica en ligas menores para que los jóvenes no dejen la secundaria, tal y como sucedió por muchos años.

Es el caso de la S, según contó su psicopedagoga, Alina Chaves.

“Ahora sí hay un gran interés porque los muchachos se superen. Hemos cambiado para adaptarnos a sus necesidades. Por ejemplo, los que estén en el colegio entrenan hasta después de las 5 p. m.”, dijo.

Lo mismo pasa en la Liga, tras el regreso de Enrique Vásquez como coordinador de las ligas menores.

“Fue de las primeras decisiones que tomé cuando volví. El Alto Rendimiento entrena a las 4 p. m. Conmigo la prioridad es el estudio. Es más, mi criterio, que tal vez no es el del club, es que un joven que no estudie no debería estar aquí”.

No obstante, no son solo los “grandes” los que promueven el cambio de mentalidad. Un sondeo con personeros de los demás clubes reveló la misma intención.