Aunque la decisión del Saprissa de rescindirle el contrato a Carlos Linaris conmovió ayer el ambiente deportivo, en realidad la medida fue la culminación de un movimiento que se gestó durante varias semanas en la junta directiva.
Mientras Saprissa celebraba el bicampeonato, entre Linaris y los jerarcas del club crecían diferencias que se hicieron insalvables y llegaron a su punto culminante el lunes anterior.
El malestar de algunos jugadores con el entrenador, el choque de Linaris con el vicepresidente Fernando Villalobos y, más recientemente, el desacuerdo entre don Carlos y el directorio sobre el estilo de juego que debía tener el conjunto provocaron el distanciamiento.
Enrique Artiñano, presidente de la institución, aceptó que esos "problemitas" pesaron a la hora de llegar a una decisión, aunque aclaró que fueron otras las razones principales.
Junto con Artiñano, los directivos Minor Vargas y Salvador López aseguraron que este paso tiene como único objetivo cambiarle la fisonomía al equipo.
La directiva morada tomó el acuerdo en la reunión ordinaria del lunes anterior, a eso de la medianoche (madrugada del martes), con el voto unánime de los 11 directores presentes.
Existen cuatro candidatos para llenar la vacante de Linaris Velo. Artiñano, única persona que conoce los nombres, se limitó a decir que se trata de tres suramericanos y un nacional.
Linaris dirigió durante 88 encuentros al Saprissa, acumuló un rendimiento superior al 70 por ciento y ganó dos títulos. En los últimos 11 años, Saprissa tuvo 13 entrenadores y el charrúa tiene el segundo récord, únicamente superado por el checo Josef Bouska.
El uruguayo fue comunicado en la madrugada del martes sobre la ruptura del contrato y salió ayer de Montevideo (Uruguay). Hoy llegará al país, en horas de la tarde. Su representante, Leonidas Duarte, dijo que hoy analizarán con los abogados los alcances del finiquito.
Los jugadores fueron notificados anoche, en una reunión extraordinaria con la directiva. Ellos se mostraron sorprendidos por la noticia, aunque respetan la decisión.
Razones moradas
Procurar un futbol más agresivo --viéndolo desde el punto de vista ofensivo-- y darle oportunidad a nuevos valores del club constituyeron las dos razones que más pesaron, según los dirigentes morados.
"Fue una decisión difícil, pero lo hicimos pensando en el futuro deportivo de la institución. En el próximo campeonato las victorias valdrán tres puntos y los empates solo uno", dijo Artiñano en alusión directa al sistema conservador que aplicó Linaris en la mayoría de los juegos con la divisa morada.
"Creemos que se le debe dar más oportunidad a jugadores que tienen gran potencial en el Saprissa. Eso y otros problemitas fueron la causa de la decisión."
Artiñano consideró que a Linaris se le cumplió el ciclo en el club y que la directiva no se puede cruzar de brazos ante ello.
"Hemos valorado esta decisión desde hace varias semanas. Incluso la renovación del contrato fue conflictiva porque no había total certeza de que debía seguir, pero lo hicimos pensando en darle tranquilidad al equipo", especificó el presidente saprissista.
"Consideramos que es nuestra responsabilidad tomar esta decisión; no importa si es popular o no. Tenemos que pensar en el Saprissa", agregó el jerarca del club bicampeón.
Vargas confesó que había diferencias entre ambas partes. "Pusimos en una balanza los pros y los contras y consideramos que este era el mejor camino. Somos conscientes del riesgo que eso significa.
"Sabemos que la afición agradece los resultados, pero nos preguntamos si sería suficiente con solo resultados. Quisimos visualizar el futuro del equipo y él (Linaris) es más conservador con respecto a lo que planea la directiva."
López explicó que el esquema de juego que quería Linaris y los jugadores que pretendía contratar no estaban acordes con los planes del directorio saprissista.
"Por las cosas que se avecinan, observamos que esta decisión era la más correcta. Hay que buscar una fisonomía más agresiva para el próximo campeonato; más ofensiva", finalizó.
Enrique Artiñano
"Era lo mejor"
Francisco Vega Salazar
Redactor de La Nación
Enrique Artiñano, presidente del Saprissa, defendió la decisión tomada por la junta directiva, a la cual calificó como la más conveniente para el futuro del club.
--Por qué rescindieron el contrato con Linaris, luego de que este les dio dos campeonatos?
--Es una decisión que la directiva venía manejando desde hacía unas semanas; desde el momento en que terminamos la competencia el día 18.
--?Le preocupa que esta medida dañe a la credibilidad de la institución?
--No; la situación es normal; creo que va a ser bien aceptada entre los jugadores, y, de parte nuestra, es una decisión que analizamos a fondo y al final llegamos a la conclusión de que era lo mejor.
--?Temen reacciones negativas de los aficionados o jugadores?
--No; pienso que en eso nosotros tenemos una responsabilidad la cual es tomar las decisiones que consideramos correctas para Saprissa.
--?Por qué tomaron esa decisión en ausencia de Linaris?
--Yo hablé con don Carlos ayer (anteayer) y reaccionó muy tranquilo. Nosotros inmediatamente se lo comunicamos. Eran cerca de las 12 de la noche de aquí; conversamos con él y se mostró pausado, tranquilo, y nos dijo que se venía para sellar el contrato.
--?Por qué no rechazaron la renovación del contrato al finalizar el campeonato anterior?
--Porque teníamos que evaluar la situación y ya al final llegamos a esa conclusión.
--?Por qué lo hicieron firmar el contrato para luego rescindirlo?
--Nosotros no hicimos firmar nada a nadie.
Razones de la ruptura
Desde hace varias semanas, el Deportivo Saprissa y Carlos Linaris se fueron alejando por diversas razones. Estas son las más importantes:
Saprissa quiere un equipo agresivo; Linaris es conservador. Enfrentamiento entre Linaris y el vicepresidente Fernando Villalobos.Los jugadores jóvenes no encajan en el esquema de Linaris. La directiva no contrató los refuerzos pedidos por el técnico. Linaris no aprobó la contratación de David Quesada ni de Hugo Viegas. Linaris no quería jugar ante la Universidad Católica. Desacuerdos entre ambas partes por el programa de pretemporada. Jugadores disconformes con la forma de dirigir de Linaris. Malestar en la directiva por presión de Linaris en la renovación del contrato.