La alegría ya llegó al Fello Meza de Cartago y lo hizo con goleada. Los fieles aficionados que siguen al lado del conjunto brumoso finalmente disfrutaron la victoria.
Cartaginés encontró su primer triunfo del Clausura 2018 luego de 11 compromisos, al vencer este domingo 4-1 a Carmelita.
La lucha del combinado brumoso no cesa, sigue viendo el descenso y echando un vistazo a Liberia, pero los tres puntos le dan un respiro.
Hasta esta tarde, los de la Vieja Metrópoli solo tenían cuatro puntos, producto de la misma cantidad de empates, y eran el peor equipo del certamen.
Ese sinsabor y sufrimiento por verse en el fondo de la tabla se alivió un poco tras los goles de Paolo Jiménez, Jameson Scott, Dylan Flores y Rándall Alvarado.
Cartaginés manejó el juego la mayoría de los 90 minutos. Empezó demostrando la evidente necesidad de sumar y en el 15’ encontró el primer tanto.
En el fútbol muchas veces la suerte juega y así le sucedió a los locales en el gol de Paolo. Pero en esa acción también quedó demostrado que estaban dispuestos a luchar cada balón.
Así lo hizo Jiménez dentro del área y en un trabonazo consiguió enviar la pelota al fondo de los cordeles.
Como fuera, Cartaginés necesitaba irse al frente, lo consiguió, pero eso no era garantía, ya había pagado altas facturas en otros duelos.
Con poco su rival lo sorprendió y anotó el empate momentáneo. Pedro Leal corrió por la lateral y en un centro-remate bañó al arquero Luis Diego Rivas (26’).
Volvían los fantasmas pero Cartaginés no desfalleció, siguió corriendo y tocando el balón.
Con Ricardo Blanco, Dylan Flores y el hasta hoy desaparecido Mauricio Castillo, los brumosos hallaron espacios.
Precisamente, con dos de estos jugadores cayó el segundo y la esperanza de la victoria.
Blanco provocó una falta cerca del área, Castillo cobró y Jameson Scott llegó a cerrar con un cabezazo (38’).
Ese gol apareció en un momento ideal para Cartaginés: a poco de irse al descanso y con la sensación de estarlo mereciendo.
La ilusión reinaba en el Fello Meza, pero, de nuevo, no era suficiente para dar tranquilidad.
Por eso el tanto de penal de Dylan Flores (48’) provocó la locura en las gradas.
Minutos antes Giovanni Clunie recibió aplausos por la falta recibida dentro del área del arquero Guillermo Moreira, culpable de que su rival no tuviera más goles.
Con un 3-1 y mucho partido por delante, los aficionados al menos ya tomaban aire, de ese que solo da una victoria.
Rándall Alvarado, en el minuto 84, solo se encargó de poner la cereza a una tarde en la que salió el sol.
Su equipo mostró mejoría, anotó más de dos goles por primera vez en el torneo y le añade presión a Liberia.
Fue un desahogo mayúsculo, retratado en el famoso “ole”, que hace mucho no se escuchaba en el Fello Meza.
Cartaginés por fin sabe ganar en el Clausura.