El timonel tibaseño Carlos Watson le dio el último adiós a su esposa Adilia Muñoz, tras un año en el que tuvo que luchar con la enfermedad y al mismo tiempo dirigir al club morado.
El estratega de Saprissa ganó dos títulos, mientras acompañaba a su pareja en la recuperación de dos operaciones a corazón abierto, debido a que sufría un problema cardíaco.
Durante el funeral, realizado ayer en la iglesia de San Joaquín de Flores, el entrenador fue acompañado por futbolistas de Saprissa y sus seres queridos.
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Ambos coinciden en que Watson tuvo la lucidez para enfrentar el difícil momento y a la vez completar un proceso exitoso con la escuadra morada.
“Sabíamos que la cabeza de él a veces estaba en otro lado, pero creo que don Carlos lo manejó con mucho profesionalismo y en los momentos más complicados pudo separar las cosas, el trabajo con lo que le pasaba en su hogar”, comentó el futbolista tibaseño, Hansell Arauz.
La semana previa a ganar el título 33 con la S , el estratega reconoció haber vivido situaciones complicadas durante el año debido a los altibajos de salud de esposa. Incluso, estas circunstancias lo obligaron a hacer un alto en el camino para enfocarse y seguir adelante.
Pese a que dividió su tiempo, en la familia de Carlos Watson siempre lo sintieron presente y pendiente de su esposa.
Emerson, su hijo, manifestó el pasado 28 de abril que le sorprendía ver cómo su padre tenía el espacio para cumplir con todas las responsabilidades.
“No sé cómo lo logró pero siempre tuvo tiempo y más aún para la familia. Él se duerme muy tarde y se despierta muy temprano, creo que eso le ha ayudado”, explicó Emerson.
En el vestuario tibaseño destacan la madurez y fortaleza mental del entrenador para entrenar y planificar los partidos.
Durante este periodo, los futbolistas reconocen que el técnico creó un lazo especial con algunos de ellos que los hace considerarlo una figura paterna, más allá de un simple entrenador de fútbol.
“Él es parte de la familia de nosotros. Don Carlos nos ha acogido y respetado. Ver su cara de tristeza... y él, que lo ve a uno como hijo, es muy doloroso”, agregó Arauz.
Mientras tanto, Luis Ortiz, mano derecha de Watson en las divisiones inferiores del club, considera que el cúmulo de experiencias adquiridas durante su carrera le permitieron encontrar el equilibrio para sacar adelante a Saprissa, pese a la adversidad.
“Eso es lo que da ser un hombre estudioso, sensato y no estoy hablando solo de fútbol, sino de la vida. Fue algo estresante para él pero lo supo manejar de manera equilibrada”, concluyó Ortiz.