Heredia. Belén desnudó a otro equipo grande en un partido que fue un remolino de emociones con abultado marcador de 4-3 y que los delanteros morados ganaron pero los defensas perdieron.
Los belemitas victimizaron a los zagueros visitantes y revivieron las interrogantes de una endeble y errática retaguardia.
Goles de Mario Centeno y Leonardo Adams, en la inicial, encaminaron el inusitado triunfo. Mientras que dos joyas de José Luis Cordero, en la complementaria, lo acabaron de adornar.
Así respira en la tabla Belén, un extraño equipo que, paradójicamente, no parece ser pequeño: tiene su mayor peso en ofensiva y de sus 14 unidades nueve se las sacaron a los grandes: dos al Team , tres a la S y cuatro a la Liga.
Pagar pecados. El partido fue una suerte de ironía, que premiaba con goles a quien se defendía.
Belén sorprendió muy temprano con la complicidad de Adolfo Machado, quien se quedó viendo cómo Adams cabeceaba para hallar la clase de José Carlos Cancela en el centro del área. La chilena del uruguayo pegó en el horizontal y el contrarremate de Centeno no fue sacado a tiempo por el guardameta Donny Grant.
En los primeros 20 minutos, al menos, la cosa caminaba como debe ser: el local con la presión y el visitante buscando la contra, aunque parecía que esa era la intención de Jeaustin Campos, quien planteó un partido de contragolpe para hacer daño con sus tres saetas: Mynor Escoe, Deyver Vega y David Ramírez.
Y tomó poco tiempo para funcionar el plan. Al 7' Ramírez llegaba a su primer enfrentamiento perdido con el portero Anthony Vargas y del tiro de esquina siguiente saldría el centro con el que Marvin Ángulo encontró a un desmarcado Keilor Soto.
La S siguió jugando a la contra y así encontró insistentemente a Ramírez hasta que, al 17', el ariete marcó su primer gol válido.
En adelante los papeles cambiaron, con la presión de remontar Belén no se encontró en el campo y permitió que la visita dominara.
Por eso sorprendió tanto un nuevo empate, en un saque de meta de Vargas que Machado no supo medir y dejó pasar para que Adams anotara fácilmente, al 33'.
El del panameño sería solo otro más de los errores de la noche. Le siguió un terrible saque de Grant para poner a Cordero de frente a su primer golazo.
La culpa la compartieron los centrales saprissistas y Rafael Morales, de terrible velada ante los regates del 7 belemita.
El triunfo se adornó con otro golazo de Cordero, en un globito que volvió a machacar a la defensa para un inusitado 4-2, al 66'.
El resto fue ese desespero del que se sabe derrotado y, en la urgencia por cambiar el destino, David Ramírez descontó con otro golazo, a seis minutos del final.