Limón. En su velocidad y talento Limón tiene para asustar a cualquiera, pero Belén respondió con calma y orden. Eso y el calor del público caribeño se combinaron para un partido agradable.
Buen juego anoche que sin embargo fue definido por los yerros de los jóvenes porteros de ambos equipos, cómplices en las anotaciones de Marco Mena y Kurt Bernard, este último de penal.
Antes de que el reloj llegara al primer minuto, la Tromba ya estaba tocando las puertas del gol. Lo hizo con el novato Jefry Montoya, a pase de Heliut Farrier, pero el meta Guillermo Moreira salió bien a achicar para evitar que se abriera el marcador desde temprano.
Así de emocionante empezó el encuentro, en el que Limón volaba por los costados buscando oportunidades para tirarle un buen centro a Myron George o darle la posibilidad de consagrarse a Montoya en una penetración rápida.
Sin embargo, Belén no llegó a especular y al 10' Mena amenazaba con un remate que se fue desviado por muy poco.
Los florenses crecieron a partir de sus dos credos: el orden y la recuperación.
Una inamovible línea de cuatro atrás y cinco hombres en la media aseguraban problemas de circulación para los locales en la pequeña cancha del Juan Gobán.
Poco a poco la visita fue tomando los hilos del encuentro, pese a los embates verdiblancos por la izquierda, donde Montoya junto a Josep Centeno se aseguraban de mantener avivados a los aficionados presentes.
Al final del primer tiempo quedaba claro que probablemente el partido se definiría por una jugada de balón parado, si los de Belén no le daban a los limonenes el segundo que necesitaban para escaparse por velocidad.
Nadie contaba con un error para definir el juego. Menos con dos.
Control y regalo belemita. Al 54' Josué Camacho bajó a Mena cuando entraba al área. Al tiro libre le siguieron dos cobros desde la esquina y el gol...
Mena se encontró un rechace por la izquierda y, mientras la defensa caribeña salía descontrolada como siempre, envió un centro.
La pelota rebotó en el área chica y el portero Jairo Monge simplemente no supo qué hacer.
Se desesperaba la Tromba y se callaban los aficionados, parecía que la visita tenía el partido bajo control. Mas el portero Moreira decidió lo contrario.
En una jugada que moría por la línea final, el meta se le tiró encima a Andrey Francis, para regalar la falta del penal.
Al 65' cobró Kurt Bernard con el resultado típico que da el maravilloso zurdo, reconocido experto desde los 11 pasos.
Despertaron los verdes, atacaron, corrieron, se escaparon y asustaron. Pero nunca encontraron la efectividad necesaria para pasar más allá de los remates desviados. Así no se llega a nada.