Movido por el terror al descenso, con el toque como credo y asistido por la rotación en Saprissa, Belén llegó malcriado a la Cueva y conquistó, con merecimiento, un triunfo de 1-2 que culminó el rendimiento perfecto del Monstruo como local.
Tanto mereció Belén esos tres puntos fundamentales para sobrevivir que en la inicial convirtió en figura a Danny Carvajal, quien respondió con cuatro paradas fundamentales en esa etapa.
Leonardo Adams fue inquietante para una defensa que adoleció, y en mucho, la convocatoria del panameño Adolfo Machado.
El 9 belemita tuvo una oportunidad por derecha, con un remate que se desvió en la marca de Sebastián Diana. También un trallazo que sacó con comodidad frente al área y que obligó a Carvajal a un tapadón.
Asimismo, probaron suerte Ricardo Blanco, en un tiro libre poderoso que dio en las manos del meta, y Bryan López, en una vistosa pared que llevó hasta al área chica y no acabó en gol simplemente porque Danny tuvo una inicial de inspiración.
Mientras Belén tocaba, gustaba y hasta bailaba, el “súper” líder del Verano se veía dócil, con un ataque cortado que dependía de lo que pudiera hacer Marvin Ángulo, autor, mediante tiro libre, del único remate directo morado antes del mediotiempo.
Al bicampeón lo resfrió la fecha FIFA, el castigo que Jeuastin Campos impuso al goleador Ariel Rodríguez y las salidas, por “contracturas” –dijo Campos–, de Mynor Escoe y Hansell Arauz.
Poniendo apellidos a lo que no funcionó ayer, se puede apuntar que en creación de juego Manfred Russell no anda al mismo nivel que el seleccionado David Guzmán y que la ausencia de Rodríguez y Deyver Vega significa pasar del ataque más voluminoso del campeonato a una ofensiva tan blanda como predecible.
El cortocircuito también tiene nombre y apellido: ayer lo fue un Diego Estrada escaso de confianza, cuyos pases pocas veces alcanzaron a un compañero y si lo hicieron fueron hacia atrás.
Los goles. Pocas cosas variaron para la complementaria, pero sí cambió una fundamental para definir el juego: Carvajal dejó la capa de héroe en el vestuario.
Tras la revolución de la primera mitad, Belén volvió con miedo de ese conocida máxima que castiga al que perdona. Mas, la irreverencia no se detuvo y apenas al tercer minuto del segundo tiempo ya se abría el marcador en un suave cabezazo de Bryan López que halló complicidad del meta.
Allí la visita mutó el sistema y se plantó a esperar que le atacaran para encontrar espacios en el contragolpe, y así pasó: ya Bruno Castro había obligado a Carvajal a otra buena atajada antes de que Keven Vega –ayer el mejor de los buenos volantes belemitas– se combinara con López para ingresar al área y rematar el juego con el 0 a 2, al minuto 69.
La reacción morada se hizo efectiva con un Reynaldo Brenes que ingresó a dar chispa al ataque y el descuento de Jonathan Moya, a dos minutos del final.
Así fue como el último equipo de la tabla del Verano hincó a un Saprissa que en el tiempo de reposición casi encontró un inmerecido empate, en una sorpresiva llegada de Keilor Soto al área.