Aquella primera vez que Víctor Núñez abombó la red

Víctor Núñez podría hacer historia si hoy le anota a Limón, con el que hizo su primer gol

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Ironías del fútbol, esta tarde Víctor Núñez podría convertirse en el máximo goleador histórico de la Primera División nacional si logra anotarle a Limón FC, el equipo que lo llevó a su bautizo en la red.

Trece años después de que anotara el primer gol de su carrera, vistiendo la camiseta limonense, el Mambo está a solo un paso de cosechar su anotación 197.

Hoy, a las 11 a. m., Núñez saltará a la cancha del estadio Eladio Rosabal Cordero llevando en la mira la cabaña de un equipo al que aún guarda cierto cariño.

“Tengo muy lindos recuerdos de Limón, estoy muy agradecido con la gente de esa provincia, siempre me apoyaron y ayudaron todo el año que estuve ahí”, afirma.

Y es que el recuerdo de aquel primer gol todavía sigue vivo en la memoria de los futbolistas que, sin imaginarlo, entraron esa tarde en la historia del fútbol nacional.

El 12 de octubre del 2000, la Asodeli recibía en su casa, el estadio Juan Gobán, a un Alajuelense campeón nacional y que disputaba la cima del torneo de Apertura.

Al mando del portugués Guilherme Farinha, los manudos necesitaban sacar una victoria de la gramilla, entonces natural, del estadio caribeño para despegarse del Santos en la punta de la tabla.

El objetivo pareció alcanzable apenas al minuto 8, cuando un derechazo de Heriberto Chimi Quirós terminó en la red del arco defendido por Donny Grant.

El gol metió en un calvario al equipo dirigido por Enrique Rivers, cuya línea de volantes se vio en aprietos para controlar a una Liga guiada por Wílmer López y Luis Diego Arnáez.

Durante toda la primera parte los limonenses solo se acercaron al empate en una ocasión, cuando Mambo estuvo a punto de adelantar su debut goleador, con un cabezazo que se estrelló en el vertical.

Grito de gol. Hacia la 1 p. m. de aquel jueves, mientras en la ciudad caribeña ya se respiraban aires de carnaval, el camerino local era un hervidero para tratar de revertir un marcador que los dejaría muy cerca del sótano.

Rivers envió al campo al juvenil Winston Parks y, en menos de diez minutos, le cambió la cara al juego.

Al 66’, Ricardo Harris cobró un saque lateral desde la derecha, directo al área. Parks dominó la pelota de espaldas al arco, se zafó de la marca de Pablo Chinchilla y sirvió al centro a la espera de que alguien cerrara la pinza.

Y hubo alguien. Núñez se escapó de la vista de Alexánder Castro y quedó sin marca, a medio metro de la línea de gol, solo para atravesar su pierna izquierda y marcar el 1-1.

“Fue una jugada clásica de centro hacia atrás, el llamado ‘pase de la muerte’, muy difícil para los porteros”, cuenta Ricardo González, entonces portero de los manudos.

El entonces delantero dominicano de 20 años corrió como un loco gritando el gol, perseguido por sus compañeros que tuvieron que detenerlo para darle un abrazo.

“Estamos saliendo del sótano y nos entendemos cada vez mejor. Sea Alajuela o el Carmen, la alegría del gol es la misma”, dijo entonces el novato de la pestaña blanca.

Hoy, 13 años y 195 goles después, Limón podría ser, otra vez, el equipo que haga entrar a Víctor Núñez en la historia.