Andrés Gómez lleva tres semanas de recuperación, luego de someterse a una cirugía de ligamento cruzado y ruptura de menisco.
Sus ilusiones están intactas y la evolución ha sido tan buena que 11 días después de la operación podía caminar, apoyando el pie.
El delantero turrialbeño de 20 años está poniendo todo de su parte. En el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares ven que progresa muy rápido y le sacan una sonrisa cuando bromean con él diciéndole que ya está listo para correr, pues no usa muletas y es muy disciplinado.
“Vamos muy bien y no es solo trabajo mío, porque yo tengo la disposición, pero es de agradecer a los fisioterapeutas que hacen un trabajo magnífico, que por algo están aquí, que son los mejores y agradecido con la institución y con todos”, expresó Gómez en charla con La Nación.
El pronóstico es que estará fuera de las canchas entre seis y ocho meses. Esa noticia nunca es fácil para un jugador, pero piensa que el tiempo pasa muy rápido y que pronto estará de vuelta.
“Todos en el club han estado ahí apoyándome y tomo esta lesión como algo positivo que va a venir y agradeciéndole a Dios, que Él es el que sabe por qué pasan las cosas y con la meta clara de que voy a volver pronto y que haré las cosas mejor de como lo venía haciendo”.
Viene de una familia futbolera que tiene historial con el cuadro de la Campiña Azucarera, pero sus primeros pasos los dio a los 10 años, cuando ingresó a la Academia Fútbol Consultants de Turrialba.
De ahí pasó a las ligas menores de Cartaginés, donde estuvo año y medio, en U-15 y U-17. Se marchó a Belén, que luego cambia de franquicia a Guadalupe y ahí jugó cuatro años.
“Guadalupe es una institución a la que siempre le voy a agradecer, que fue el equipo que me apoyó en todo momento, que me debutó y que me dio a conocer. Ahora estoy en una nueva etapa, con Liga Deportiva Alajuelense y cuento los días para pelear por un campo y comenzar a jugar en este club”.
Entre risas admite que cada vez que enfrentaba a la Liga le hacía buenos partidos.
“Uno sabía que debía jugar bien. Es una inspiración que le da a uno Alajuelense, como un equipo grande que es y uno llegaba motivado a la cancha, con las ganas de jugar, de mostrarse, porque es un equipo grande en el que todo jugador desea estar y más en estos momentos. Ahora me siento muy afortunado porque toca defender este lindo escudo”, mencionó.
Él sabía que había equipos tradicionales que preguntaban por él, pero siempre intentó no desconcentrarse.
“Quería terminar el torneo bien con Guadalupe, no pensar en eso y que fuera lo que Dios quisiera. Me salió esta gran oportunidad y ya después cuando terminó el torneo uno piensa mejor las cosas y toma la mejor decisión como lo hice”.
Gómez cuenta que cuando llegó a su primer día en la Liga, el grupo lo recibió mejor de lo que imaginaba.
“Se me acercaron a ver qué era mi lesión, que en ese momento ni yo sabía qué era lo que tenía porque no me habían hecho una resonancia. Ese mismo día el doctor (Alfredo Gómez) me revisó, los fisioterapeutas también y fue cuando me mandaron a hacerme la resonancia y estuve en terapia”.
El diagnóstico fue como un balde de agua fría, pero su anhelo era quedarse en la Liga, hacer la recuperación con el equipo y jugar dentro de unos meses.
“Ser parte de la Liga para mí fue lo mejor que me pudo haber pasado. Con estas instalaciones aquí cualquier jugador quiere estar y la verdad es que voy muy bien con la recuperación y espero volver a jugar pronto. Toda mi familia está muy contenta porque yo estoy aquí. Amigos de Saprissa y Heredia me felicitan porque dicen que venir a Alajuelense fue la mejor decisión que pude haber tomado y uno agradece eso, porque están pendientes de uno”, citó.
Y agregó: “La gente que sabe de fútbol sabe que hoy por hoy la Liga Deportiva Alajuelense está muy fuerte, que es el equipo campeón, que por algo lo es y me decían que por las instalaciones, por todo lo que la Liga tiene, por todos los proyectos, por las oportunidades que les da a los jóvenes, que todo eso me iba a beneficiar a mí en lo futbolístico y como persona, y que me va a ir muy bien”.
Nunca se había lesionado de esta manera y sabe que es algo con lo que la mayoría de futbolistas tienen que lidiar.
“La verdad yo no me esperaba esta lesión, ni yo sabía qué era lo que tenía. Son cosas que pasan en el fútbol, es algo que Dios lo quiso así. Desde que lo supe, he estado muy fuerte de mente, de pensar en volver lo más rápido posible. Obviamente de la mano de los fisioterapeutas, que son los que saben y trabajar día con día, que es lo que me va a hacer volver lo más rápido posible a las canchas”.
Gómez ve a sus compañeros entrenarse día a día y confía en que pronto estará con ellos, haciendo esos mismos trabajos.
Alajuelense tiene un ataque pesado, con Marcel Hernández, Johan Venegas y Jurguens Montenegro. Eso es algo que también ilusiona al turrialbeño.
“Lo bonito es que es una muy linda competencia y quiero volver pronto para disputar el campo. Sueño con que llegue ese momento de jugar por primera vez con la Liga”, finalizó Gómez.
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