La aventura del brasileño Anderson Leite en Saprissa parece un camino tortuoso de muchos obstáculos. Llegó a Costa Rica el torneo pasado y apenas logró mostrar destellos de su fútbol. Impedimentos administrativos y lesiones lo dejaron fuera, pero este torneo va por su revancha.
Leite ha tenido que burlar cuatro pruebas fuertes. Dicen sus allegados que las supera con carácter y aferrado a Dios.
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La primera traba fue recién llegado, pues no recibió el permiso de trabajo de la Dirección General de Migración y Extranjería ya que el club tenía deudas con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El cuadro morado lo presentó y duró un mes en ponerse la camiseta del Monstruo por este problema administrativo.
Con solo seis compromisos y apenas tomando ritmo, el 1.° de marzo, en el juego de Concacaf ante el Pachuca en México, sufrió un golpe en la cabeza que lo dejó fuera por 19 días.
Incluso, no pudo viajar hacia Costa Rica con el resto del plantel, pues debió estar en permanente observación en un centro de médico de Pachuca.
Cuando ya estuvo listo para regresar al campo, el pasado 20 de marzo, jugó diez minutos ante Herediano. En ese cotejo, el futbolista sufrió una ruptura de ligamentos en el tobillo derecho y le dijo adiós a la temporada tras ser operado.
Pasados todos esos inconvenientes, cuando parecía estar a tono para unirse al resto del grupo, debió visitar el quirófano por segunda vez para la extracción de una pieza metálica que le generaba molestias al entrenar.
Esteban Campos, médico del Monstruo , asegura que el volante está a unas dos semanas de unirse a la planilla, pero aún desconoce cuánto tiempo le restará para estar en forma física. Señala que no lo ha visto bajar los brazos.
"Ha sido complicado, pero tiene madurez y ha tenido todo el apoyo del grupo, grupo técnico y del psicólogo que tenemos. Yo creo que lo ha sabido llevar la situación, como todo futbolista quiere jugar, pero está consciente que ha sido una lesión muy seria y estamos más cerca de que regrese a la competencia. Ahorita la proyección es que esté con el grupo en una o dos semanas máximo y el preparador tendrá que darle ritmo", contó Campos a los medios de comunicación.
El galeno explicó que se tardó en tenerlo listo, pues tuvo que ser operado de nuevo: "A la semana 12 de recuperación, tuvimos que retirarle el material de osteosíntesis que habíamos colocado en el tobillo porque presentó molestias. Tiene dos semanas y ya está empezando a hacer trabajos de impacto, ahora hará de alto impacto, y si lo tolera, se podrá unir de manera normal".
Ejemplo. El vestuario tibaseño ve en Leite una persona que le gusta superarse sin importar cualquier impedimento.
El defensor Julio Cascante reveló que es el primero en llegar a los entrenamientos, aunque él está haciendo trabajos diferenciados.
"Para mí ha sido muy motivador verlo, ha sufrido bastante desde que llegó acá, tuvo una lesión en la cabeza, ahora el tobillo, lo tuvieron que operar de nuevo para sacarle unos pines. Sin duda que es muy fuerte, todos los días lo vemos aquí, es el primero en llegar, está con el preparador físico trabajando con dolor, pero siempre luchando, quiere estar con nosotros jugando de nuevo", externó Cascante.
Por su parte, Ulises Segura manifestó que debe ser "frustrante" haber padecido tantos inconvenientes para poder jugar, pero espera verlo pronto en el campo.
"Debe ser frustrante, uno se debe sentir mal, pero para eso estamos nosotros, siempre estuvimos ahí como equipo y lo vemos más motivado. Le hace falta tocar la bola y estar dentro de la cancha. Lo veo con mucha ilusión de poder jugar", concluyó.
Por lo pronto, Leite estará en Saprissa por seis meses más, pues su ficha le pertenece al Londrina de Brasil. En principio, el préstamo era solo de seis meses, pero el jugador prefirió continuar con los morados.