Álvaro Saborío es uno de los claros ejemplos de que para el fútbol no hay edad. Que anote no es ninguna novedad, porque es la principal particularidad que lo caracteriza desde sus inicios.
Tiene 38 años, cierto, pero si revisamos la tabla del goleo en este Clausura 2021, comparte la cima con el manudo Johan Venegas. En dos partidos, los dos registran tres anotaciones.
Entonces, si hablamos de fútbol, la fecha de nacimiento pasa a ocupar una de las últimas páginas de su currículo y ahí, la primera, es que a hoy registra 146 goles en la Primera División.
Sin ningún problema, Saborío destapa la fórmula de su éxito, comprobado con el atestado de que ha sido campeón con los tres clubes que ha jugado en el fútbol nacional: Saprissa, San Carlos y Liga Deportiva Alajuelense.
“Llegó una etapa de mi vida donde estoy disfrutando muchísimo de esta carrera, la verdad la aprovecho en cada momento, llego a entrenar con entusiasmo y creo que todo eso se refleja en los partidos, en tratar de estar feliz, en tratar de estar positivo y por dicha me estoy encontrando a jóvenes con el entusiasmo y también me llena saber que hay jóvenes con mucho talento y competir contra ellos me hace cada día querer más”, expresó Saborío, quien el domingo pasado consiguió los dos goles con los que los norteños le dieron vuelta al marcador frente a Herediano, tantos que les sirvieron para sellar su primera victoria del año.
“Yo disfruto, pero tengo que disfrutar compitiendo, exigiéndome, destacando, tratar de ayudar al equipo en lo que se pueda y esto es lo que me caracteriza, no puedo decir que voy a disfrutar si no corro, si no me ven el esfuerzo y si no soy un ejemplo para ellos. Trato de siempre esforzarme al máximo y que ellos vean que ya llevo 20 años en esta carrera y que se puede aprovechar bastante”, apuntó.
Saborío no se presiona, ni se estresa, pero no le gusta perder. Eso lo obliga a no conformarse y a querer más.
“Mi meta es entrenar, dedicarme al fútbol, tengo otras cosas que también me llenan mucho día a día, pero ahorita es mentalizarme, no pensar en qué es lo que me va a ocurrir mañana, sino vivir el día a día, tratar de disfrutarlo, disfrutar a mi familia y al fútbol. Sé que ya no me quedan tantos semestres en el fútbol, entonces aprovechar eso, tratar de seguir destacando, que eso me pone alegre también, ayudar al equipo, esforzarme, correr y eso es lo que me queda”.
A veces le da gracia que cuando se acerca el cierre de un torneo se le comienza a consultar sobre el retiro.
“¿Cuánto más? Cuando ya deje de disfrutar esto. Cuando deje de disfrutar esto voy a dar un paso al costado como lo dí cuando no estaba disfrutando”, expresó.
La Selección Nacional tampoco es un capítulo cerrado: “Si me llaman voy, eso es claro, pero creo que ahí vamos a ver”.
Es claro que lo suyo son los goles, pero a través del tiempo encontró otras actividades deportivas que le ayudan a estar en óptimas condiciones cada vez que llega un día de partido.
“Gracias a Dios descubrí otros deportes que me ayudan a mantener el estado físico bien y la bicicleta, el crossfit, el estirar, el descanso, el mismo jugar con mis hijos me ayuda a estar con energía para venir a los partidos y con el entusiasmo de que ellos me vean participando”, destacó Saborío.
San Carlos recibirá este miércoles a Guadalupe, a las 5 p. m. y la expectativa del romperredes es disfrutar en la cancha, con la convicción de ganar.