Alajuela. Un día después de la aparatosa caída en Pérez Zeledón, en el cuartel de Liga Deportiva Alajuelense reconocen que montaron un baile con ellos y que, a partir de ahora, el horizonte comienza a cubrirse de nubes negras.
Sin embargo, lejos de ceder a la presión de los últimos cinco partidos del Torneo de Verano, los manudos mantienen al tope la ilusión de sacar una victoria el domingo ante Saprissa y seguir luchando por el pase a la siguiente ronda.
Los erizos cayeron el miércoles 4-1 en su visita a Pérez Zeledón y quedaron obligados a sacar una victoria en el estadio Ricardo Saprissa (5 p. m.), si no desean depender de otros resultados para clasificarse a semifinales.
Sin buscar excusas, reconocieron la superioridad generaleña, pero dejaron claro que el equipo ya ha demostrado antes cómo levantarse de las cenizas.
“Ya nos golearon, nos bailaron, nos hicieron pasar una mala noche, pero yo a este equipo le tengo mucha fe, porque se ha levantado en momentos en los que nadie da nada por él y va y pelea por un título”, sentenció el capitán alajuelense, Cristian Oviedo.
El volante rojinegro reconoció que aunque están con la calculadora en mano pensando en el juego ante los morados, son conscientes de que pueden sacar un resultado positivo del reducto tibaseño.
“Aquí en Alajuela siempre hay presión, todos los jugadores aquí lo saben, ya no son chiquitos. Sabemos cómo trabajarla en estos días que faltan y esperemos llegar el domingo a disfrutar de este momento y tratar de hacer las cosas lo mejor posible”, añadió Oviedo.
Por su parte, el técnico Manuel Gregorio Keosseián mantuvo su discurso positivo de cara al trascendental juego del domingo
“Nunca me gusta pensar que voy a perder, son posibilidades, pero no llamo a la fatalidad, pienso que voy a ganar. La Liga no ha perdido nada, tiene las posibilidades de clasificar intactas, depende de nosotros”, reconoció el timonel.
El uruguayo negó rotundamente que perder en el clásico signifique cerrar con candado las puertas a la semifinal.
“No es la última chance. No soy tonto, sabemos que si perdemos ante Saprissa se van a seis puntos arriba y quedan 12 por disputar, se complica mucho más, pero no es la última chance, aunque después dependamos de otros equipos”, añadió el técnico erizo.
Cuesta arriba. Si no logran ganar el domingo ante su más odiado rival, los manudos estarán obligados a sacar una victoria en los restantes cuatro partidos y esperar el tropiezo de quienes ocupan los primeros lugares del Torneo de Verano.
El panorama se complica porque, echando una mirada a los resultados que ha obtenido en el torneo, los rojinegros no han logrado sumar tres victorias consecutivas en todo el campeonato.
Esa es la principal muestra de la irregularidad que el cuadro erizo ha tenido en los últimos meses, un desempeño similar al que tuvo el Verano pasado, cuando quedó fuera de la ronda final.