Alajuela. La inapelable goleada de 4-1 que Pérez Zeledón le propinó el miércoles pasado fue para Alajuelense como una de esas rectas con las que los boxeadores dejan grogui a sus rivales.
El golpe en seco hizo a los manudos abrir los ojos y darse cuenta de que su complicada situación en la tabla de posiciones los tiene al borde de la eliminación.
Sin embargo, en el cuartel alajuelense aseguran que ya no quedan secuelas ni moretones de su reciente caída y que mañana irán al Ricardo Saprissa a sacar un resultado positivo.
“Anímicamente estamos bien, después de lo que ocurrió en Pérez Zeledón llegamos con más ganas; hay que salir a ganar, a lavarnos la cara y estar mentalizados en que no hay más allá”, aseguró el delantero Álvaro Sánchez.
Para el guardameta Patrick Pemberton, la mala noche ante los generaleños es cosa del pasado y lección aprendida para el juego ante los morados.
“Estamos fuertes y motivados, a pesar de que mucha gente habla de que el equipo está ‘bajoneado’ anímicamente, como capitán, les digo todo lo contrario, el equipo está más unido y sabemos muy bien lo que nos estamos jugando”, resaltó el arquero.
Tanto Pemberton como Sánchez insistieron en que este es uno de esos momentos límites en los que el equipo erizo acostumbra “sacar pecho” y mostrar su casta.
“Necesitamos ganar sí o sí, no hay que guardarse nada. Vamos a ir a buscar el partido de manera inteligente. Sabemos que si anotamos primero, el equipo agarra confianza y podemos manejar el partido”, sostuvo el delantero.
Sin embargo, los manudos son conscientes de que, para poder ganar, también tendrán que corregir algunas cosas en la retaguardia.
“Hemos tenido errores que nos han costado muchos goles. Ya hablamos y estamos haciendo énfasis para estar más concentrados ante Saprissa”, dijo el guardameta.