En el vestuario manudo reconocen que el rendimiento mostrado ante los carmelos está muy lejos de sus expectativas; no obstante, el triunfo es valioso pues les permite llegar con más confianza al primer gran desafío de este torneo: Herediano.
En la Liga dicen que el cotejo ante los florenses, el sábado en el Morera, es clave para afianzarse en la punta, ya que en este momento comparten la primera casilla con el Team y Pérez Zeledón, que juega hoy.
“Estos tres puntos son buenos para ir a pelear por el primer lugar. Ese gol (de media distancia) era la única manera de superarlos porque ellos estaban bien parados atrás y teníamos que meterlo sí o sí”, dijo Pablo Gabas, quien marcó el único tanto de los rojinegros.
Los erizos tuvieron anoche poca claridad para generar acciones de peligro.
Además, en la retaguardia sufrieron con la velocidad de los ataques verdolagas e incluso Alejandro Aguilar desaprovechó una clara acción de peligro en la inicial, luego de anticipar al defensor Johnny Acosta.
El artillero remató fuerte, pero el cancerbero rojinegro Patrick Pemberton se estiró para evitar el gol de la barriada.
Esa fue la constante en un partido bastante flojo para los manudos, que fueron bien controlados por los marcadores de Carmelita, que mereció mejor suerte en el resultado final.
“Ante Herediano hay que ir al frente. Ellos son candidatos al título por su planilla, pero vamos a ir con todo por el triunfo”, afirmó el meta Pemberton.
Mientras, el timonel erizo, Javier Delgado, reconoció que el equipo se precipitó en la conducción del balón y falló demasiado en el pase, dos aspectos que el equipo realizó correctamente en las primeras cinco jornadas.
“Se viene un juego clave para nosotros, en el que hay que ser efectivo porque nos jugamos el estar arriba. La Liga quiere ganarle a Herediano”, aseguró.
Mientras, el defensor panameño Harold Cummings espera llegar a tiempo al duelo ante florenses, luego de sufrir una fractura en un dedo de la mano izquierda, pero admitió que el trabajo realizado por sus compañeros Esteban Marín y Johnny Acosta le ponen difícil volver a la estelar.