Con la intensidad y el ahínco sofocados por la altura, hoy el Alajuelense buscará ser inteligente para sacarle la clasificación al mejor equipo del fútbol mexicano.
Quiso la suerte, un poco maltrecha, que por tercera ocasión la Liga deba jugarse la vida en la Concachampions fuera de casa.
Otra vez la definición será en México y, de nuevo, contra el momentáneamente mejor equipo de la poderosa liga azteca.
Hace un año, en condiciones similares, el Tigres le clavó un doloroso 5-0 a los manudos.
Aquella experiencia (la segunda eliminación consecutiva en la fase de grupos), el buen momento de la Selección Nacional, el triunfo ante los azulcremas en el Morera...
A todo lo que puede se aferra Óscar Ramírez para convencer a sus muchachos de que se puede jugar un fútbol inteligente y calculador que amarre al América.
“Manejar los tiempos, creo que hay momentos muy intensos en que tenemos que saber guardarnos, tanto en defensa como en ataque”, así resumió Machillo el partido que desea hacer ésta noche.
El entrenador prevé que la altura de México, 2.240 metros sobre el nivel del mar, sea factor. Por eso hay que ser “inteligentes” y administrar muy bien el oxígeno.
Un empate basta. Eso se escribe fácil pero se pinta muy difícil ante unas Águilas que lideran el certamen local con solo una derrota y dos empates en 13 partidos.
Los manudos se sienten fuertes en la parte mental y se aseguran capaces de sacar la tarea.
“Si no estuviéramos para dar el golpe nos hubiéramos quedado en Costa Rica.
“Mentalmente estamos bien y venimos con muchas ganas de ganar los tres puntos”, comentó el portero Patrick Pemberton.
Fuera de forma. De sus últimos cinco partidos Alajuelense perdió dos y ganó tres jugando muy poco. Ramírez lleva semanas descansando jugadores y buscando darle frescura a los titulares.
Un ambiente gris enmarca la previa del partido más importante de la segunda mitad del año, en el que los rojinegros se juegan su prestigio internacional. Algo similar a lo que pasaba antes de que el América viniera a Costa Rica.
Entonces, a la crisis de resultados se le sumaba la destitución del asistente técnico, Mauricio Montero, tres días antes del partido.
Pero todo cambió en esa noche de agosto, la más alegre que han vivido los feligreses manudos quizá en todo el año.
La victoria, por la mínima, sobre las Águilas reencausó la temporada de la Liga e inició una seguidilla de seis triunfos.
“Va a estar difícil, pero creo que la ilusión, las ganas y la mentalidad positiva pueden sacar esto adelante”, agregó Elías Palma. Colaboró el periodista Ferlin Fuentes.