No hay duda de que el equipo de Óscar Ramírez está curtido y tiene capacidad para conquistar grandes victorias de visitante. Dos de las cinco coronas que ha conseguido el estratega con Alajuelense las levantó en el patio del Herediano.
También está esa gran gesta del Estadio Azteca, un triunfo que marcó el rumbo de la temporada.
Es un aliciente fuerte para la Liga saber que entre sus atributos está ese temple fuera de Alajuela.
“Este equipo tiene la plena capacidad de triunfar y sellar el pase a las semifinales, nos hemos esforzado muchísimo y vamos a demostrar que la Liga llega muy fuerte y que la intención es llegar más lejos”, dijo el capitán Porfirio López.
Así se vivió la previa del duelo de vuelta de los cuartos de final de la Concacaf, ante el Árabe Unido, con confianza de que en Panamá pueden sellar la clasificación.
Ayer, el equipo costarricense llegó a Panamá. Cerca de las 6 p. m. (hora tica) reconoció el Rommel Fernández, una gramilla que será un factor importante pues visiblemente está en mal estado.
El Árabe tiene la ventaja de ser local, pero a favor de los erizos está el no haber recibido gol en el Morera. Al quedar la ida 0-0, un gol alajuelense pondría contra las cuerdas a los canaleros, pues en caso de empate en el global las anotaciones de visitante definirán quién jugará en las semifinales.
Misma idea. Por eso Machillo propondrá un esquema muy similar al del primer partido. La misión sigue siendo perforar la muralla azul que es esa defensa del Árabe Unido.
Solo habría un cambio en la alineación y será obligatorio, por la lesión de Rónald Matarrita. Le tocaría a Johan Venegas fungir de extremo izquierdo, por lo que cedería su campo en el frente del ataque al joven José Guillermo Ortiz.
De forma tal que los manudos volverían a plantear un 3-4-3, con los zagueros Porifio López, Kenner Gutiérrez y Kevin Sancho delante del portero Patrick Pemberton.
Otra vez un solo contención: Ariel Rodríguez; acompañado por Osvaldo Rodríguez como mixto y encargado de la creación. Mientras que Ortiz tendría la obligación de revolucionar de media hacia delante, para que McDonald y Palacios lleguen con ventaja al área.
Tampoco se cambiará mucho la intención de lanzar centros. Es algo que se criticó mucho en la ida, pero que Óscar justificó con la explicación de que así se disminuye el riesgo de los contraataques.
Es el mismo esquema en el papel, pero en la práctica la Liga no jugaría tan desbocada a la ofensiva como lo hizo en casa. Es claro, respetará al Árabe y tendrá sus resguardos; después de todo este equipo también sabe de conquistar predios ajenos con los lanzamientos desde el punto de penal. Colaboró el periodista Ferlin Fuentes.