Los aficionados pueden llevar al estadio pancartas que critiquen a dirigentes o jugadores, pero no que contengan insultos.
Este es el criterio de tres abogados consultados por La Nación, a propósito del episodio ocurrido el sábado en el partido de la final entre Herediano y Santos. Durante el juego, la seguridad privada de los florenses le arrebató un cartel a un aficionado, lo cual los especialistas en derecho consideran que atenta contra la libertad de expresión.
La pancarta que le quitaron al espectador tenía la leyenda “Sotela aguafiestas”, refiriéndose a Mario Sotela, vicepresidente de la institución rojiamarilla.
De acuerdo con Fernando Zamora, abogado especializado en derecho constitucional, lo que hizo el aficionado no ofende.
“Él está haciendo una pancarta de manifestación crítica a la gestión gerencial, y ese es un derecho que el ciudadano tiene”, indicó Zamora.
“Lo que debe valorarse es que lo expresado no sea una injuria, difamación o una calumnia, ofensas que son calificadas por el Código Penal como delictivas”, añadió.
Zamora apuntó que el derecho a ofender no es mayor al derecho de expresarse, “pero en este caso no se trata de una expresión que se enmarque dentro del tipo penal”.
La versión de Zamora fue secundada por Manrique Jiménez, también abogado constitucionalista, para quien la frase “Sotela aguafiestas” no va en contra del orden público, la moral o la legislación.
“Me parece que está dentro del marco de arbitrariedad (quitar el cartel). No es una ofensa al público ni una mala palabra”, manifestó.
El jurista agregó que las personas puede llevar pancartas, mas los estadios deben tener reglamentos y hacerlos públicos antes de los partidos. Eso sí, dichos reglamentos deben acatar la ley.
“No se puede evitar la libertad de expresión; la censura previa no es factible, las personas se expresan y son responsables de las consecuencias”, señaló Jiménez.
Por su parte, el abogado José Miguel Corrales dijo que “el quitar el rótulo es atentar contra la libre comunicación del pensamiento”.
Error de interpretación. Juan Carlos Garita, jefe de operaciones de Seguridad Total, empresa que da el servicio en el estadio florense, admitió que la acción contra el aficionado fue un error.
“Lo que pasó es que antes de que iniciara el partido había un rótulo que decía “Fuera Roxie hij.......”, el cual yo dije que se quitara, pero con este rótulo (“Sotela aguafiestas”) el oficial ejecutó el mismo procedimiento”, dijo.
“Para mí no es ofensivo, fue error de interpretación”, añadió.
Roberto Carpio, encargado de prensa del Herediano, confirmó que la determinación de quitar la pancarta fue de la seguridad. “En este caso no vemos que el término aguafiestas sea un insulto, es una expresión”, dijo el funcionario.