Camino al vestuario, el delantero Jonathan McDonald recibió decenas de insultos de la afición florense; en vez de molestarse, aprovechó las ofensas para agradecer su pasado en el club.
“No pasa nada, la verdad no tengo nada contra la afición de Heredia. Tengo mucho que agradecerle más bien”, dijo el artillero rojinegro, quien debutó en la Primera con el Team .
El futbolista hizo sus primeras armas en la división de honor cuando Guillerme Farinha dirigía al equipo rojiamarillo y tan solo tenía 18 años de edad.
Han pasado ya nueve años, pero el atacante considera que la gradería del Estadio Rosabal Cordero aún le recrimina haber haber firmado con la Liga.
“Creo que el ambiente hostil se da porque me fui de aquí”.
El delantero no pudo perforar la red florense y se vio inquieto con las decisiones arbitrales del central Henry Bejarano durante algunos lapsos de juego.
Sin embargo, cuando quiso armarse una bronca entre Keyner Brown y su compañero Johnny Acosta, durante un cobro de tiro de esquina en la segunda parte, prefirió hacerse a un lado.
Aun así, se ganó una tarjeta amarilla por reclamar una falta.
“No sé qué quieren conmigo, pero no pasa nada. Bejarano es así, a veces saca tarjetas para condicionar el juego”, agregó.
Satisfechos a medias. En el bando rojinegro se mostraron contentos con la propuesta que mostró el equipo en ataque; sin embargo, consideran que la Liga pudo salir con una victoria de Heredia.
“Teníamos para más, ya que pudimos liquidar el partido, pero nos encontramos un buen rival enfrente. Creo que es positivo el resultado”, dijo Johnny Acosta.
Mientras, Armando Alonso cree que el juego manudo refleja mucha fluidez de la mitad de la cancha hacia arriba y claridad para generar acciones de gol.
“Se vino a jugar. Cometimos errores por la misma idea de proponer”, concluyó el Caya.