Acalorada. Animos encendidos, acusaciones y discusiones fuertes por doquier.
En medio de este ambiente se desarrolló ayer en la Federación Costarricense de Futbol la reunión extraordinaria del Comité de Competición para conocer sobre la suspensión del juego entre Sagrada Familia y Saprissa.
La cita, presidida por Arnoldo Hernández, tuvo facetas calientes pues las posiciones de los diversos representantes parecían no encontrar un punto de consenso.
A la reunión asistieron, además de los miembros de Competición, otras personas vinculadas con los equipos de la máxima categoría como fue el caso de los presidentes Mario Chacón, Isaac Sasso y Guillermo Carvajal, de la Liga, Herediano y Sagrada Familia, respectivamente.
Con la presencia de 11 de los 12 representantes de Competición se desarrolló la discusión, la cual fue abierta para la prensa durante un buen lapso de tiempo. Solo faltó el delegado de Limón.
En medio de posiciones divergentes, Edwin León, de Pérez Zeledón, encendió el fuego cuando le dijo al manudo Aquiles Mata que él y Arnoldo Hernández se habían confabulado para que el encuentro no se reprogramará ayer.
Mata defendió su posición al alegar que los factores que motivaron la suspensión del encuentro no estaban claros y que incluso había conversado con el árbitro, Rodrigo Badilla, quien le había dicho que procedió a la cancelación del juego a petición de Sagrada Familia.
Guillermo Carvajal aprovechó que su compañero de junta directiva, Edgardo Cavallini, le cedió la palabra para expresar que no existía nada que investigar y que su equipo simplemente solicitó ayuda a la Comisión de Emergencia para organizar un operativo de seguridad.
"Nosotros jamás imaginamos que se prohibiría la realización del juego", acotó.
Criterios van y vienen. El consenso parecía distante. En tal situación el saprissista Salvador López le dijo a Hernández que desde el arranque él buscó manipular a los presentes.
Expectativas que se tejen en un minuto y se desvanecen en el otro. Cita de uno y otro reglamento, cada parte defiende la suya.
Los dos bandos estaban claros. Belén, Herediano, Puntarenas, San Carlos, Turrialba, Ramonense y Alajuelense abogaban por la investigación.
Saprissa, Sagrada Familia y Pérez Zeledón defendían la idea de que aquella era innecesaria. Al final hubo un giro de 180 grados y se determinó en forma unánime que las indagatorias debían efectuarse.
La no programación del cotejo la resolvió el Comité en forma privada. Pese a ello el clima siempre estuvo acalorado.