A media máquina, América de México baila y humilla al Saprissa en su propia casa

Cuadro azteca le pasó por encima a los tibaseños 5-1 para liquidar la serie de los octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf

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El América de México paseó al Saprissa, lo trasladó de izquierda a derecha. Los jugadores azulcremas se dieron gusto mandándoles caños a los morados... Al final el marcador lo dice todo: 5 a 1.

Los jugadores del cuadro costarricense terminaron bravos entre ellos, sonrojados... Pero ni esa actitud que demuestra vergüenza es suficiente para borrar la humillación que se vio en Tibás.

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El cuadro azteca bailó a los morados en cada centímetro de la gramilla del Ricardo Saprissa, de hecho hasta el portero Claudio Marchesín se dio el lujo de dejar hablando solo a Ariel Rodríguez en una acción.

El plantel dirigido por el Piojo Herrera ingresó al campo con la clara idea de definir la serie lo antes posible y ya en el primer minuto logró anotar.

Cecilio Domínguez penetró sin marca por la banda derecha morada, se adentró en el área y marcó con facilidad.

Ese movimiento que hizo el jugador paraguayo al inicio del duelo fue el que hizo durante los 89 minutos restantes, sin embargo, Jordan Smith nunca entendió cómo lo debía marcar y así lo superó una y otra vez.

Pero sería injusto culpar solo al carrilero derecho del desastre, porque también Henrique Moura se quedó sin cintura, Alexander Robinson cuando no lo superaban hacía falta y Joseph Mora fue otro que regaló su sector.

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La segunda celebración cayó por la izquierda.

Renato Ibarra ganó la marca, le sirvió el balón a Oribe Peralta y el seleccionado mexicano se la puso filtrada a Mateus Uribe para que fusilara a Aarón Cruz.

El portero saprissista fue de los pocos jugadores que uno puede salvar. Cruz evitó probablemente la noche más oscura del Monstruo, al quitarle al menos tres dianas más.

Henry Martin, Oribe e Ibarra no celebraron gracias al guardavallas tibaseño.

Una leve esperanza se sintió en el Ricardo Saprissa cuando Christian Bolaños exigió a Marchesín, no obstante el portero resolvió sin problema.

Domínguez volvió a hacer de las suyas antes del pitazo que acabó la inicial.

El guaraní le pasó la pelota entre las piernas a Jordan, en media cancha, picó hasta el área morada, enfrentó a Moura y lo dejó tirado en el césped para luego definir con un derechazo. La suerte ya estaba echada.

Para el complemento llegaron dos goles más de las Águilas: Renato Ibarra y de nuevo Mateus Uribe. La goleada era tal que el propio Miguel Herrera, técnico visitante, le pidió a sus muchachos que le bajaran el ritmo al partido faltando 10 minutos para finalizar.

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La afición morada no perdonó a los suyos y empezó a pedir un cambio en el banco: ¡Centeno, Centeno! gritó la grada.

A nadie le importó el gol de Ariel Rodríguez, pero se destaca su actitud luchadora y combativa en ataque, elemento que muchos no tuvieron... Quizás por eso el propio Ariel le reclamó a Johan Venegas al final.

El partido le quedó enorme a Vladimir Quesada. El América paseó y humilló al Saprissa.