El cambio de técnico, el retiro de jugadores importantes y las lesiones son las causas de la mala situación que vive el Manchester United esta temporada.
El día que Alex Ferguson anunció su retiro, todos los aficionados de los Diablos Rojos esperaban un fuerte cambio en el equipo sin importar su sucesor, pero jamás esperaban una baja de nivel como la que se ha dado.
Su reemplazo fue David Moyes, quien venía de hacer un buen papel con el Everton y a quien Ferguson apadrinó.
Pero Moyes no ha dado la talla y pese a que la directiva le ha dado su total confianza, en la gradería ya aparecen pancartas que piden su cabeza.
“Como jugador no me había dado cuenta del impacto que tuvo el retiro de Ferguson, fue hasta que di un paso atrás y lo vi un poco desde fuera”, declaró el defensor irlandés Jonny Evans.
Los medios ingleses aseguran que el nuevo estratega es demasiado conservador para el United y sus números en ataque lo demuestran, el club anotaba en promedio 2,26 goles por partido la temporada pasada y en esta bajo a un registro de apenas 1,58.
Pero no se puede culpar solo al técnico y la plantilla también acarrea una serie de problemas desde años anteriores.
Los retiros de jugadores como Paul Scholes y Edwin Van der Sar no se han suplido y jugadores jóvenes como Adnan Januzaj y David de Gea aún no tienen la madurez para cargar al equipo.
Estos factores hicieron que los diablos rojos dependieran de más de sus jugadores más importantes, Robin van Persie y Wayne Rooney.
Con ellos el United puede tener un desafío serio, pero a ambos los afectaron las lesiones y quedaron fuera de la cancha durante una larga parte de la temporada.
Van Persie quizás fue el que más falta le hizo al técnico David Moyes. El holandés fue el goleador de la liga anterior, pero en esta lleva apenas diez dianas. Y con Rooney puede que ni cuente el próximo torneo, ya que se ha negado a firmar un contrato con los de Old Trafford.