Una tenaz selección de Grecia será el rival de Costa Rica en los octavos de final. Una gesta heroíca puso a los griegos en la siguiente ronda.
La Tricolor puede esperar a un conjunto helénico que quizá carezca del toque y el talento de otras selecciones europeas, pero al que le sobran las agallas.
En Mundiales, los resultados andan flojos para los del Mediterráneo: en las dos presentaciones anteriores se quedó en la fase de grupos y con puestos en los bajos fondos a la hora del recuento final: 24 en Estados Unidos (en el año 1994) y 25 en Sudáfrica (2010).
En su tercer mundial, ahora en Brasil, lo griegos al fin lograron el pase octavos de final, en el grupo de Colombia, Japón y Costa de Marfil.
En este mundial los griegos perdieron el primer encuentro 3-0 ante los cafeteros; igualaron 0-0 contra Japón; y cerraron con una victoria ante Costa de Marfil 2-1.
Antes de este mundial, Grecia apenas registra una victoria y cinco derrotas en seis juegos, con dos goles (ambos a Nigeria en su triunfo 2-1 en el 2010).
Figuras. Con veteranos como Gregoris Samaras y Giorgios Karagounis, los griegos tienen un equipo fuerte en defensa y en la pelota detenida.
Además, cuentan con dos centrales que le dan seguridad en defensa: Sokratis Papastathopoulos, quien milita en el Borussia Dortmundo, y Vassilis Torosidis, quien figuró en la Roma la temporada anterior.
Para el partido contra Costa Rica el atacante Konstantinos Mitrouglou es duda, tras sufrir una lesión en el primer partido contra Colombia.
La joya de la vitrina de los griegos es la Eurocopa del 2004, la que conquistaron con un riguroso sistema defensivo en lo táctico. De esa generación solo sobrevive el volante Gregoris Karagounis.