Tito Vilanova: El adiós de un hombre tranquilo

El exasistente y técnico del FC Barcelona falleció ayer víctima de las complicaciones del cáncer que padecía desde finales de 2011.

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Barcelona Tito Vilanova se fue de la misma manera que llegó, sin hacer ruido y con esa energía que le ha rodeado hasta el último momento.

Su vida no fue la misma desde que en noviembre de 2011 le fuera detectado un tumor en la glándula parótida, contra el que luchaba desde entonces.

Nació en Bellcaire de l’Empordà (Girona), el 17 de setiembre de 1968, en el seno de una familia de clase media. Ingresó en La Masia del FC Barcelona con 14 años y allí conoció a Pep Guardiola, una dupla que dsepués lideró al mejor Barça de toda la historia.

De carácter positivista –repite siempre la frase ‘Todo irá bien’–, Vilanova disfrutaba de la música, la vida familiar, los caracoles, la paella y los canelones de su suegra.

En 1992 se casó con Montse Chaure, una diseñadora gráfica, que es la madre de Carlota y de Adrià, un prometedor jugador de las categorías inferiores del Barça .

Tito llegó a jugar en el equipo filial de los azulgranas, pero tuvo que buscar futuro lejos del Camp Nou, en las filas de clubs como el Figueres, Celta de Vigo, Badajoz, Mallorca, Lleida, Elche y Gramenet.

En el 2002 dejó el fútbol a causa de problemas en las rodillas e inició su carrera como técnico. Un año después, entrenó al cadete del Barça y pasó por varios equipos hasta que hizo dúo técnico con Pep Guardiola en la temporada 2007-08.

Como ayudante de Guardiola, vivió los mejores momentos de su vida deportiva y afrontó el reto de hacerse cargo del primer equipo, el 27 de abril de 2012.

Meses antes ya había sentido el vértigo de enfrentarse a una operación de máximo riesgo, cuando el 21 de noviembre de 2011 fue intervenido tras detectársele en un control de oído la existencia de un tumor en la glándula parótida.

En menos de un mes, Tito estaba al lado de Pep en los entrenamientos. Todo parecía controlado, pero en diciembre de ese año se hizo público que había recaído del cáncer.

Fue tratado en Nueva York y reresó a principios de abril de 2013. Al término de la temporada, decidió poner fin a su carrera y se despidió mediante una carta pública el 20 de julio pasado.

Y desde entonces silencio. Hasta ayer. El 24 de abril fue sometido a una operación para solucionar un problema gástrico y no sobrevivió.

Se fue con el mismo silencio con el que llegó y dejando una herida en el corazón del barcelonismo.