Heredia. El de anoche fue el debut que muchos esperaban en Heredia: ganando, gustando, goleando... pero se quedó corto.
El 4-0 del Team sobre los salvadoreños del Isidro Metapán bien pudo haber sido un 5-0, un 6-0, un 7-0, póngale la cifra que quiera.
Herediano barrió con los cuscatlecos en la primera parte, los anuló por completo y les clavó tres de los cuatro dardos que prácticamente les dejaron fuera de la Liga de Campeones de Concacaf .
Porque los dos llegaban obligados a ganar, los cementeros porque una nueva derrota era casi una despedida del torneo y los florenses porque en su estadio no tiene permiso para otro resultado.
Sin embargo, solo el Team pareció entender la urgencia de la victoria y en menos de un minuto ya tenía el primer córner a favor.
De ahí en adelante fue un concierto de opciones para los de casa. y Cristian Montero y José Sánchez lo intentaron con remates de media distancia, Yendrick Ruiz con débil cabezazo y Alexánder Larín, con un tiro libre que se fue apenas besando el ángulo derecho.
Todo en 25 minutos en los que el Metapán se limitó a encerrarse y apostar a lo que pudiera hacer el corpulento Hector Ramos.
Y el gol que se veía venir cayó al 31’, tras un zurdazo de Larín que se estrelló en el horizontal y rebotó en la línea para que Ruiz llegara solo a empujarla hasta la red. .
El gol fue un favor para el espectáculo. Herediano tomó confianza y el Metapán tuvo que abrirse a buscar el empate, aunque corriera el riesgo de irse goleado.
Ocurrió lo segundo. Al 41’, el volante Elías Aguilar amplió la cuenta con un obús de izquierda desde el borde del área y al 45+2’, Ruiz le puso cifras de goleada con un cabezazo sencillo tras el enésimo centro de Sánchez desde la derecha.
Relax. Con el 3-0, los futbolistas rojiamarillos relajaron músculos para el segundo tiempo, aunque les tomó casi 20 minutos volver a meterse en el partido, su ausencia en ofensiva casi ni se notó.
El Metapán tuvo el camino abierto para atacar, pero a excepción de un par de remates desviados y un mano a mano que ganó el guardameta Leonel Moreira, mostró poco a nada.
Fue a partir del ingreso del mexicano Antonio Pedroza que el Herediano despertó y volvió a mostrar su mejor cara.
El nuevo fichaje florense entró a encantar a la afición con un dominio exquisito del balón y una habilidad innata para sembrar peligro.
Sus desbordes contagiaron al resto del equipo y empujaron a Alexánder Larín para que redondeara una gran noche.
El salvadoreño fue cuña del mismo palo para sus compatriotas, no solamente sirvió de espía durante la semana, sino que sobre la cancha desnudó todos los puntos débiles de la zaga tapaneca.
Corrió todo lo que quiso y a siete minutos del final, el 33 herediano todavía tenía guardada una nueva joya, un pase de lujo para que Víctor Núñez se sacara de la chistera la vaselina estupenda que puso el 4-0.
Goleada inapelable, pero corta. Los cuatro goles que hoy tienen al Team en el primer lugar del grupo 7, bien pudieron –y hasta debieron– ser siete u ocho, y haber hecho más soñado el debut rojiamarillo en la Liga de Campeones.