Tahití, la primera selección de “aficionados” que participa en la Confederaciones

Los Guerrero de Fuego buscan una gran sorpresa y están ansiosos por enfrentar a España

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Papeete, Francia (AFP). Tahití y su selección compuesta por jugadores aficionados, ganadora por sorpresa de la Copa de Naciones de Oceanía, se invitó a la fiesta de los grandes con su billete para la Copa de las Confederaciones (15-30 junio), donde el objetivo será salvar el honor.

Hay una fecha que los integrantes del equipo esperan con especial ilusión, el 20 de junio, donde se enfrentarán a España, vigente campeona del mundo y de Europa, en el marco majestuoso de Maracaná.

Los 'Toa Aito' (Guerreros de Fuego, en tahitiano) son la 'cenicienta' del torneo y en el grupo B se enfrentarán además con Nigeria (campeón de la Copa de África de Naciones) el 17 de junio y el 23 del mismo mes con Uruguay (campeón de la Copa América).

El gran partido ante España en el Maracaná de Rio podría disputarse frente a 80.000 personas, algo impactante para un equipo que está acostumbrado a jugar en la Polinesia ante unos centenares de espectadores.

"El objetivo para nosotros es no recibir un gol en un tiempo entero, pero si podemos conseguir un tanto ya será una actuación excepcional para nosotros", declaró a la AFP el seleccionador tahitiano, Eddy Etaeta.

"Nadie nos ve ganando, así que la presión será para los demás", subraya Marama Vahirua, estrella de la selección y ex jugador en la liga francesa de Nantes, Niza, Lorient y Mónaco.

Vahirua, de 33 años, es el único jugador de los 23 convocados por Tahití para la Confederaciones que ha estado esta temporada en un club profesional, en el Panathinaikos de la primera división de Grecia.

En Brasil tiene la misión de ser el líder de 22 jugadores aficionados, para los que este torneo es el momento más especial de su carrera deportiva.

La mayoría de ellos llevan una vida modesta. Una tercera parte de ellos están sin empleo, en una Polinesia Francesa duramente afectada por la crisis económica.

Entre los trabajos que ejercen los que sí que están empleados hay casi de todo.

El delantero Samuel Hnanyine es repartidor y a menudo tiene que cargar con sacos de harina de 50 kilogramos. El defensa Teheivarii Ludivion es alpinista y Gilbert Meriel, uno de los porteros, trabaja haciendo auditorías para una empresa de asesoría.

Frente a ellos, estrellas mundiales como Andrés Iniesta, Xavi Hernández o Luis Suárez, que ganan fortunas en el fútbol, que se entrenan en grandes clubes, con preparadores físicos y todo dispuesto para conseguir su mejor forma y el máximo rendimiento.

La Federación Tahitiana ha intentado reducir ese abismo entre los dos mundos pagando dos meses de sus trabajos para liberar a los jugadores y que puedan prepararse bien en las semanas previas a la Confederaciones.

"En la historia del fútbol, somos los primeros jugadores aficionados en participar en una gran competición mundial. Es un orgullo representar a los amateurs, que son el 99% de los jugadores", subrayó el técnico Eddy Etaeta.

El entrenador ha diseñado una preparación original para sus hombres, con ejercicios como el duatlón, con carreras a pie y en piragua.

Brasil, un país de fútbol, será el escenario de la Confederaciones, con partidos en Belo Horizonte, Rio de Janeiro y Recife, donde jugarán frente a miles de espectadores. En Tahití lo habitual es que lo hagan ante decenas o, en el mejor de los casos, centenares de espectadores.

En el proceso de adaptación han recreado esos ambientes de Brasil con la ayuda de altavoces en los que se emitían los gritos y los abucheos de decenas de miles de espectadores.

La Copa de las Confederaciones es de lejos el mayor evento deportivo en el que habrá participado esta selección de la Polinesia Francesa, en un territorio de 270.000 habitantes. El equipo nacional Sub-20, eso sí, había disputado en 2009 el Mundial de la categoría en Egipto.