Suiza comienza investigación penal por sospechas de corrupción en elección de sedes para Mundial

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Zurich

La fiscalía suiza inició una investigación penal por sospechas de "blanqueo de dinero y gestión desleal" en relación con la adjudicación de los Mundiales de fútbol de 2018 a Rusia y 2022 a Catar y se incautó este miércoles de documentos electrónicos en la sede la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) en Zurich.

"Se sospecha que los enriquecimientos ilegítimos tuvieron lugar al menos en parte en Suiza", precisó el ministerio de Justicia suizo, subrayando que la investigación se abrió el 10 de marzo de 2015.

Hasta hoy, sin embargo, no se había anunciado públicamente. La evelación coincide con la detención de siete responsables (cinco latinoamericanos y dos británicos) de la FIFA en relación con otro caso de corrupción.

Este Mundial de Catar, más que el que se atribuyó el mismo día a Rusia, empezó con mal pie. El 2 de diciembre de 2010, en cuanto se le concedió la organización, el presidente de Estados Unidos Barack Obama, cuyo país había quedado eliminado por el pequeño emirato rico en petróleo, calificó el veredicto de "mala decisión".

A partir de entonces llovieron las sospechas de corrupción. El autor de un informe sobre el tema, el exfiscal federal estadounidense Michael Garcia, acabó por dimitir, acusando a la FIFA de hacer una lectura errónea de sus conclusiones. Blatter insistió recientemente en que el informe se publicará "cuando se hayan solucionado todos los casos individuales". El presidente de la UEFA, Michel Platini, pensaba a finales de marzo que se daría a conocer "después de las elecciones de la FIFA".

Las condiciones de los trabajadores en las obras mundialistas también suscita críticas. Amnistía Internacional acusa a Catar de haber incumplido su promesa, hecha en 2014, de llevar a cabo reformas en ámbitos cruciales como el sistema de acogida llamado "Kafala" que deja al empleado totalmente a la merced de su empleador. La FIFA asegura que seguirá exhortando a las autoridades cataríes para que abolan este programa.

Como el termómetro en verano puede llegar a los 50 grados centígrados, habrá que cambiar el calendario internacional y el Mundial se convertirá en 2022 en un deporte invernal, abandonando su tradicional época de junio y julio. Toda una revolución

Aunque se conoce la fecha de la final, el 18 de diciembre, fiesta nacional del emirato, queda por definir la duración del torneo. En principio serán 28 días, con una inauguración teórica el 21 de noviembre, pero dependerá del número de estadios -8 por el momento- utilizados. Una comisión está estudiando una remodelación del calendario y debería anunciar los detalles a fines de este año.

Platini militó desde el principio por un Mundial 2022 invernal, y por tanto a la UEFA esas fechas le parecen bien. No es el caso de la Asociación de Ligas Europeas (EPFL), que se declara dispuesta a emprender una acción judicial contra la FIFA debido a los daños deportivos y financieros generados, según ella, por la decisión de jugar en invierno.

La adjudicación de dos Mundiales el mismo día (2022 a Catar y 2018 a Rusia) y las sospechas posteriores sobre el voto del comité ejecutivo (el gobierno mundial del fútbol, 28 miembros actualmente) condujeron a cambiar el proceso de decisión. A partir de ahora serán los miembros del Congreso los encargados de designar al país organizador de la gran cita del fútbol mundial. La primera atribución bajo este nuevo formato, para el Mundial de 2026, se llevará a cabo en el próximo congreso de la FIFA, el 10 de mayo de 2017 en Kuala Lumpur.