La costarricense Shirley Cruz cosechó demasiados éxitos en su carrera. En su casa tiene múltiples medallas de valiosos torneos, como por ejemplo el de la Liga de Campeones de Europa.
No obstante, la máxima referente de la historia del fútbol tico añora, ansía, sueña con estar (ojo que ni siquiera es ganar), sino solo participar en un Mundial.
Pues le queda solamente una oportunidad más. A sus 28 años y dueña de una rodilla derecha desgastada, ella misma sabe que Canadá 2015 es su todo o nada.
“Me siento muy motivada. No tengo presión ya que confío en las jugadoras que me rodean y la única tristeza sería que me pierda la eliminatoria por alguna lesión. Tengo claro mi objetivo y para eso estoy trabajando muy fuerte”, adujo ayer desde Francia.
Y es que las posibilidades para que la Selección Mayor se clasifique a su primera cita planetaria en la categoría son inmejorables: pasan tres y las canadienses, uno de los tres escollos de siempre junto a México y Estados Unidos, ya están adentro.
“Este es el sueño de todas para seguir marcando la historia del fútbol femenino costarricense, para que de una vez por todas se nos apoye de la mejor manera y poder afrontar a las grandes potencias sin ningún complejo”, dijo la capitana de la Tricolor .
La eliminatoria en la zona centroamericana arrancará en mayo; no obstante, la hora crítica vendrá entre setiembre y octubre, con el Premundial de Concacaf.
“Espero que sean fechas FIFA, de lo contrario tendré que negociar con Paris Saint Germain (su club), ya que el reglamento es claro. Pero por ahora solo pienso en recuperar mi forma física por lo ocurrido con mi tobillo (un esguince que la tuvo casi dos meses fuera)”, añadió la volante, quien también confesó estar orgullosa por el boleto que obtuvo la Sub-20 a su propio Mundial.