Ser el ‘9’ también sorprendió a Cesc

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Gdansk. EFE y AFP Cesc Fábregas , autor del gol del empate ante Italia, reconoció haber sido el primer sorprendido con su titularidad como delantero central.

“No lo esperaba ni yo. El primer sorprendido he sido yo. Hacía mes y medio que no jugaba y encontrarme, además, con el gol, ha sido bonito. Por eso estoy contento”, expresó el jugador.

“Era una situación que no habíamos ensayado. Además, los del Barcelona habíamos llegado más tarde. Pero hemos demostrado que tenemos muchas variantes”, añadió.

Fábregas fue la gran sorpresa de la Roja al ser preferido por delante de Fernando Torres o Álvaro Negredo.

Su gol, que vino tras una buena combinación con David Silva (64), da una idea de su potencial ofensivo, tanto en la creación como en la ejecución, pero lanza inevitablemente el debate sobre si la decisión fue acertada o no.

“Estoy aquí para sumar. Llevo siete años en la selección. Cuando me ha tocado salir desde el banquillo he dado lo mejor y cuando he sido titular también. Estoy para dar lo mejor para el equipo.

“Contra Irlanda, en el próximo partido, puedo jugar yo u otro. Somos muchísimos los que podemos jugar en esa posición y hay que estar preparado para todo”.

Con David Villa de baja desde que se fracturó una tibia en el Mundial de Clubes, en diciembre en Japón, el trono del número “9” está vacante y no parece que haya un aspirante claro al reinado.

Debate. A pesar del tanto, la falta de buenas ocasiones para España en la primera mitad obliga a pensar si el “falso 9” es la solución o un “remedio B” menos malo.

Cesc respondió al reto y se entendió muy bien, sobre todo con Andrés Iniesta, al que brindó la histórica asistencia del gol del Mundial 2010. Pero, con la entrada en el minuto 73 de Fernando Torres, un hombre cuya posición natural es la de atacante, las comparaciones fueron inevitables.

El jugador del Chelsea no anotó, pero llevó más peligro, dando verticalidad a un equipo algo disperso frente al muro de cinco defensas dispuesto por Cesare Prandelli.

Torres, eso sí, desperdició la mejor ocasión de su equipo, en el 84, cuando intentó un globo sobre Gianluigi Buffon cuando estaba en una posición muy favorable, pero su intento se fue alto, para desesperación de la hinchada española.

Una cosa es segura: los eternos debates de la prensa española sobre el “9” continuarán en los próximos días, pensando ya en el encuentro del jueves ante Irlanda, de nuevo en Gdansk.