El abandono administrativo por parte del vicepresidente del herediano, Mario Sotela, es retribuido por los jugadores con éxitos en el terreno de juego. La unión y la humildad son sus puntas de lanza.
Una tras otra son las proezas que logran en el plano deportivo, sin importarle su problemas extrafutbolísticos, y ahora eso se traslada al plano internacional con el pase a la otra fase de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Las adversidades trajeron consigo la unión dentro del grupo de jugadores, factor fundamental en la consecución de sus objetivos, con un título nacional incluido.
Según el motivador German Retana, lo que sucede con Herediano es algo de admirar y sirve como ejemplo para muchos otros equipos. En especial son tres factores los que aplican los florenses para ponerle el pecho a las balas y traducirlo en éxitos deportivos.
“A veces es una pasión por un objetivo, a veces la solidaridad entre compañeros ante una circunstancia difícil de uno o de varios y a veces es el amor propio en el sentido de saberse capaces de lograr grandes objetivos”, explica Retana.
Para el sociólogo, Herediano aplica un poco de todo eso.
“Por un lado no es una sino varias las personas que están pasando algunas dificultades económicas y eso despierta la solidaridad y la unión de grupo. En segundo lugar, esa solidaridad permite que cuanto más unido está un grupo, más capaz se siente de lograr sus objetivos superiores.
“Los equipos que se comportan como familia son los que llegan más lejos y normalmente para ser campeón se requiere que el equipo se comporte como una familia y eso lo estamos viendo entre los jugadores del Herediano”, dijo Retana.
Convicción. Sentirse unidos como una gran familia no basta para alcanzar el éxito. También se necesita material humano y a Herediano le sobra.
Es por esto que, según Retana, la convicción que tiene el plantel de saber que son capaces de lograr sus objetivos en el plano deportivo los hace más fuertes.
“Hay una sinergia muy especial en ese grupo de Heredia. Cuando el partido comienza todo lo negativo se olvida. Cuando salen adelante de todas las dificultades el equipo comienza a creérsela”, comentó.
Eso se complementa con las muestras de humildad que han tenido los jugadores del campeón nacional, al tener que recurrir, casi que suplicar, la ayuda de sus aficionados en actividades como rifas, bailes y la propia organización de los partidos como local.
“El estar juntos en un momento difícil y también un respeto a la camiseta que llevan, eso es una manifestación positiva”, concluyó.