El pasado le manda un guiño al presente, la generación catracha del Mundial de España 1982 reta a los hombres que viajarán a Brasil.
Cuando se habla de la participación de equipos de la Concacaf en Copas Mundiales es de rigor rememorar la fecha del 16 de junio de 1982 y a aquellos hondureños que se pararon duro en Valencia cuando les tocó enfrentar al anfitrión.
Con varones de antología como Julio César Arzú –épico en la portería– el recio zaguero Jaime Villegas, el macizo Anthony Costly –papá del delantero Carlo Costly–, el dinámico Gilberto Yearwood y el eterno Ramón Primitivo Maradiaga, Honduras tenía el derecho de faltarle el respeto a cualquiera.
Así fue, corría apenas el minuto siete cuando Héctor Pecho de Águila Zelaya gestó una pared con Prudencio Norales, se paró fuerte en el área y mandó un remate colocado al lado contrario del portero español, Luis Arconada. ¡Golazo!
Los 45.000 espectadores en el estadio Luis Casanova se quedaron atónitos al ver cómo la Roja caía ante un cuadro centroamericano sencillo que vestía de blanco.
Al 65’ España igualó por un penal concretado por el delantero Roberto López Ufarte.
El partido terminó 1-1, un resultado histórico que hasta gusto da recordarlo.
En el resto de los compromisos, la H empató a un gol con Irlanda del Norte y perdió, por un penal polémico, anteYugoslavia 1-0.
Han pasado 32 años desde esa gesta y Honduras regresa a una Copa Mundial con la intención de amplificar su voz como nunca.
Los catrachos están sembrados en el grupo E con Suiza, Ecuador y Francia, el objetivo no puede ser otro que ganar un partido en un Mundial, algo que no han logrado.
En Sudáfrica 2010, Honduras se fue sin gloria ni goles.
Cayeron ante España y Chile e igularon a ceros con Suiza.
Los catrachos se clasificaron a Brasil 2014 en la tercera plaza de la Concacaf, quizá lo más significativo de este proceso irregular fue el triunfo en México. El segundo Aztecazo de la historia de las eliminatorias de la región se gestó tras remontar un 1-0 en el segundo tiempo, con tantos de Jerry Bengston y Carlo Costly.
Acuerpados en la zaga por un potente Maynor Figueroa, la verticalidad de Róger Espinoza en la media, arriba el colmillo de un veterano amigo del gol como Carlo Costly, la generación de hoy le quiere devolver el guiño al equipo del 82 y escribir otra página dorada en la historia catracha.